De la redacción de Río Bravo
El 21 de septiembre del año pasado dábamos cuenta de movidas con funcionarios policiales y una incursión de supuestos compradores de terrenos en los que hay familias viviendo desde hace años, en esta nota. En su momento era la filial local de River Plate, hoy ocurre algo similar con el Athletic Club Concordia. En todo caso, la preocupación y demanda de las y los vecinos es la misma: el municipio les niega información y no escucha sus reclamos.
Un conflicto con historia
Desde febrero de 2021, Río Bravo dio cuenta de las necesidades de urbanización de los barrios populares a partir de la historia del barrio Leoncio de Luque, de Concordia. El mismo se despliega en terrenos ubicados entre las calles Gobernador Cresto, Jacobo Lieberman, Próspero Bovino y Juan José, donde vive un grupo de familias, en algunos casos desde hace décadas.
Jorgelina Ruíz Díaz es una de las vecinas y entonces nos contó de los proyectos que en el barrio han desarrollado de forma comunitaria, incluso desde antes de ser relevados por el Registro Nacional de Barrios Populares (RENABAP), objetivo alcanzado ya hace tiempo. Pese a ello, las familias allí viven en la incertidumbre de no saber cuándo ni por quiénes podrían ser desplazados en cualquier momento, temor que ha llevado de hecho a que algunos vecinos ya se hayan ido del barrio por su cuenta.
Otra vez postergados
En esta ocasión, Jorgelina le contó a Río Bravo que el sábado pasado se realizó una reunión entre el intendente de Concordia, Enrique Tomás Cresto, y autoridades del Athletic Club Concordia, “quienes dicen ser los propietarios actuales, mediante un comodato que supuestamente le dio la sucesión de Rufino Baggio, donde supuestamente el director les cedió por 20 años a partir del mes de octubre del año pasado”. Esta reunión fue confirmada por el propio Juan Ignacio Mendiburu, quien, en nombre del club, según el relato de Jorgelina, fue a hablar con los vecinos “para que nos quedemos tranquilos, diciendo que él quiere tener una buena conexión, un diálogo abierto con los vecinos, como vecino que va a ser de nosotros.” En dicha conversación les avisó a los vecinos que “va a traer un agrimensor para poder cercar el predio que es de ellos, supuestamente, ya que ningún papel trajo que constate eso, es de boca.” La idea del club es construir allí un complejo deportivo para las y los miembros de la institución.
Esta situación de incertidumbre por las consecuencias que pueda traer para las y los vecinos se agrava porque se da en un contexto en el que una vecina del barrio fue a solicitar un certificado de vecindad para trámites personales que tiene que hacer y en la comisaría 4ta, la que corresponde por la jurisdicción, se lo negaron aludiendo que “hay una orden de desalojo para la gente que está en este predio”. En este sentido, Jorgelina insiste en que “cada una de las personas tenemos certificado de RENABAP aprobados y muchas personas ya fueron beneficiarias con el plan Mi Pieza”.
Ante este panorama, nuevamente, la incertidumbre y el temor al desalojo es lo que prima entre los vecinos. “No sé qué es lo que van a hacer con nosotros”, resume Jorgelina, quien lo único que pide es que el intendente los reciba como recibe a los supuestos comodatarios del terreno. A Mendiburu, a quien le reconocen el gesto de haber ido a hablar con los vecinos, le plantearon que no entienden cómo “el intendente, así como fue a hablar con él el día sábado, no pudo hacer una cuadra más y bajar a hablar con los vecinos, a explicarnos qué es lo que van a hacer con nosotros, porque al final nadie nos da respuestas concretas”. En este sentido, Jorgelina insiste: "Lo que queremos es que Cresto venga, que hable con nosotros, no somos mafiosos ni nada por el estilo, queremos que venga y nos dé una explicación”.
Publicado por Río Bravo el 11 de enero de 2023.