De la redacción de Río Bravo
En febrero de 2021 dábamos cuenta de las necesidades de urbanización de los barrios populares a partir de la historia del barrio Leoncio de Luque, de Concordia. El mismo se despliega en terrenos ubicados entre las calles Gobernador Cresto, Jacobo Lieberman, Próspero Bovino y Juan José, donde vive un grupo de familias, en algunos casos desde hace décadas.
Un año y medio después, la situación no sólo no mejoró, sino que, por el contrario, se podría decir que es aún más crítica. Decíamos entonces que pese a que fueron relevados por el Registro Nacional de Barrios Populares (RENABAP), al día de hoy aún esperan que el municipio les deje de dar la espalda. Actualmente este reclamo se renueva y profundiza, a partir de hechos ocurridos en los últimos meses. Al sospechoso relevamiento con funcionarios policiales realizado en julio pasado, se suma una nueva incursión de supuestos compradores de parte de estos terrenos, esta vez de la mano de la filial de River Plate de Concordia.
Un conflicto que se profundiza
Esta nueva etapa de incertidumbre comenzó en julio pasado, más exactamente el 21 por la mañana. Ese día llegó al barrio personal policial, presumiblemente de la comisaría 4ta de Concordia, sin ninguna orden escrita y sin expresar motivos concretos, para hacer “un relevamiento”. Pidieron datos a los vecinos y sacaron fotos, incluso de los menores presentes. Volvieron por la tarde para continuar con los grupos de vecinos que por la mañana no habían llegado a “identificar”. Todo terminó en una denuncia realizada por los vecinos ante la PER, en la que le piden “a las autoridades judiciales que les informen de la situación”, según expresa la certificación policial de la denuncia realizada.
Jorgelina Ruíz Díaz es una de las vecinas y además es referente de la Corriente Clasista y Combativa. El año pasado es quien nos contaba cómo habían desarrollado en el barrio una huerta, un merendero, cuadrillas de limpieza y un proyecto de panadería. En esta ocasión, es quien nos transmite los miedos e inseguridades que llevaron a que algunos de los vecinos ya se hayan ido del barrio, ante la posibilidad de que sean desplazados violentamente en cualquier momento.
Así como hace un año y medio los vecinos se enteraron por la prensa del proyecto del Centro de Empleados de Comercio para construir un complejo deportivo de 4 manzanas, ahora supuestamente es la filial River Plate local quien habría “comprado” tres manzanas del barrio. La continuidad, en ambos casos, es la negativa del municipio a conceder al menos una audiencia a los vecinos, a escuchar sus reclamos, a informarles de la situación actual y a intervenir ante los intentos de desplazamientos que se suceden.
Detalla Jorgelina, en diálogo con Río Bravo: “Hemos intentado tener una audiencia con el Sr. Intendente, tampoco nos dieron bolilla. Hicimos una nota, nosotros también inexpertos, nos explayamos en la nota en el tema de los policías, principalmente, que para qué querían los datos, y desde el municipio nos dijeron que ellos no los mandaron y entonces cajonearon la nota; y no dijeron nada del tema de la compra de los terrenos.”
La novedad ocurrió el sábado pasado, 17 de septiembre. Cuenta Jorgelina que “vino una cantidad de gente, con altas camionetas y autos, ocupando casi toda la parte de atrás de Carrefour, los vecinos se acercaron a preguntar porque pensaron que era gente que se quería venir a meter o cosa así, y les dijeron que eran de la Filial de River. Según ellos hace poco compraron un predio de 3 manzanas en los terrenos en los que estamos nosotros, y el intendente no baja a hablar con nosotros, no nos da audiencia ni nada, todo lo que estamos averiguando fue por cuenta nuestra.”
Cómo sigue
En el barrio hay viviendo unas 40 personas, incluyendo menores, personas con diferentes discapacidades y adultos mayores. Jorgelina está hace 15 años allí, otros, hace 20 y uno de los vecinos hace 40, así como hay otros que llegaron hace pocos años, “pero si vinieron a este sector cuando no estaba en los planes hacer algo para nadie, es porque necesitan, tienen la necesidad de tener un terreno”, explica Jorgelina.
Los vecinos del barrio reclaman una respuesta del municipio. Dice Jorgelina que “si estuviera presente el intendente (se refiere a Alfredo Francolini, intendente en ejercicio, en reemplazo de Enrique Cresto) nos tendría que dar una respuesta, porque cuando fuimos a la Municipalidad nos dijeron ‘no hay terrenos, los tienen que sacar’, y al final, ¿a dónde nos van a llevar? Nosotros les planteamos, les hicimos un proyecto, un croquis de qué es lo que podrían hacer; si ellos quieren pueden, el tema es que no quieren acercarse a dar la cara acá con la gente.”
Respecto de los motivos por los cuales la intendencia no responde a sus demandas, Jorgelina interpreta que es “por miedo o desinterés”, y remarca que mientras tanto crece la incertidumbre entre los vecinos: “hace 3 meses que estamos con la problemática y siempre viene gente de otros lados diciendo que compraron los terrenos y nosotros no sabemos, si un día estamos y al otro día nos despertamos y tenemos la topadora acá y nos tenemos que ir. Si bien estamos relevados por el RENABAP, estamos amparados por esa ley, la Municipalidad hace lo que quiere… quién dice que esta gente que dijo comprar no venga con la policía a sacarnos y el municipio ni enterado, haga oídos sordos y mire a un costado.”
Frente a esta realidad, la situación desesperante de los vecinos está al borde de derivar en acciones de protesta más fuertes que le den visibilidad a un conflicto que, por ahora, no parece merecer la atención del municipio: “La verdad es que la gente está muy preocupada, todos tenemos familias, y esto es algo que te va carcomiendo la cabeza; lamentablemente si no tenemos respuesta esta semana vamos a tener que hacer un corte de calle porque queremos respuesta de lo que va a pasar con nosotros”, cierra Jorgelina.
Publicado por Río Bravo el 21 de septiembre de 2022.
