"Le dan planes a los drogones”; “me falopeo y cobro $8500”. Gritan, no hablan. Menos razonan. Se informan por cadena de whatsap. ¡Cuánto poder tiene un mensaje de odio y desprecio por una persona con problemas de salud para que otra/o lo haga suyo y defienda y multiplique el veneno!
Me cuesta escribir, me duele hacerlo. Creía que habíamos avanzado varios casilleros dejando atrás la discriminación y el estigma sobre la persona que padece una problemática de consumo y/o adicción. Será porque no existe excepción en familia alguna que no haya sido rozada o atravesada por esta situación considerada, por profesionales como Horacio Tabares, como una “pandemia social de consumos de sustancias psicoactivas legales e ilegales”.
#Emergencia fue el término que desde la Mesa #NiUnPibeMenosPorLaDroga encontramos para describir la situación que este colectivo vive cotidianamente en cada espacio o institución. “Emergencia” porque remite a urgencia. En el diseño de políticas públicas en materia de prevención de las adicciones; en fortalecer los Equipos Interdisciplinarios profesionales para el trabajo en Centros de Salud y hospitales de toda la provincia; en otorgar recursos a APRECOD para que se transforme en la referencia organizadora de cada joven que ingresa al sistema de salud y necesita ser vinculado nuevamente a la escuela, taller de oficio, club, etc. Urgencia y protagonismo imprescindible de los espacios e instituciones y organizaciones que trabajan la problemática: opinando, decidiendo y controlando la ejecución de cada iniciativa.
Pero, retomemos el proyecto anunciado días atrás por el gobierno nacional. Para quienes aún no están informados, se comunicó la implementación del programa Potenciar Acompañamiento. Una ayuda económica de $8.500 (equivalente a medio Salario Mínimo Vital y Móvil) para las personas que transitan la última etapa de su tratamiento por consumos de sustancias y adicciones.
Autoridades de Sedronar, área del Estado que aborda esta problemática, indicaron que se calcula existe bajo su órbita unas 44 mil personas realizando tratamientos de manera ambulatoria o con residencia, pero no todos están en la recta final. La incorporación de cada persona al programa va a depender de los proyectos que se presenten y va a estar asociada a una capacitación y acompañamiento por parte de equipos profesionales que dirigen las instituciones que abordan la problemática.
Y destacaron que “el objetivo de la compensación es que esas personas puedan luego reinsertarse laboralmente apenas terminen su tratamiento y no recaigan en las adicciones. Una vez aprobada en el programa “Potenciar Acompañamiento”, esa persona luego podrá terminar sus estudios o capacitarse profesionalmente. Además, habrá acompañamiento de un tutor y revisiones periódicas (…) No todas las personas que están en tratamiento lo están en la última etapa y que el momento en el que se encuentran depende de una evaluación de un equipo de profesionales. Tampoco hay un tiempo determinado en el que se llega a esa recta final, porque cada proceso es singular”.
La iniciativa prevé que en el primer año, además de continuar con el tratamiento, participarán en la red de trabajo diario del dispositivo, que va desde la preparación de alimentos, compras, limpieza y mantenimiento del lugar, hasta acompañar a los compañeros al médico y ayudarlos a gestionar un trámite, entre otras tareas de cuidados. Asumiendo, en este proceso, compromisos personales y con los demás dentro del espacio, y retomando sus lazos familiares y afectivos. Durante este período, en el que habrá una certificación trimestral de tareas, los jóvenes estarán a cargo de un “acompañante par”, que bajo una estrategia de cuidado “cuerpo a cuerpo” llevarán adelante un seguimiento y asistencia para la construcción de un proyecto de vida saludable. Son tutores que ya transitaron su tratamiento y la inserción comunitaria.
¡Va a funcionar!
Lo afirmamos porque las/os jóvenes que asisten a dispositivos como nuestro espacio #ElRincónCultural ven dificultado su continuidad en disciplinas educativas, deportivas, culturales, de capacitación laboral, entre otras, por “tener que ir a changuear con el viejo” o “ir a ayudar al cuidado de sus hermanitas/os” porque mamá o papá salen a buscar el mango diario. Así de sencillo; así de contundente. Así lo expresamos apoyados en nuestra experiencia práctica.
Esa/e joven que consumía diariamente y encontró un espacio propio, que le pertenece y puede “hacer lo que le gusta y nunca había podido”, necesita sostenerse en el tiempo en las actividades. El abandono de las mismas, así como los tratamientos de mayor complejidad que realizan otras instituciones, implica un retroceso muchas veces definitivo. Es decir, en los espacios de abordaje preventivos así como los de asistencia, resulta fundamental la compensación económica al enorme esfuerzo de dejar atrás la problemática de los consumos y las adicciones.
Incluir es la tarea
Lápices y cuadernos, instrumentos musicales, pelotas, juegos, oficios y herramientas de trabajo; abrazos de amistad y afecto. Ese es el camino indicado de las políticas públicas. Ofrecer proyectos de vida y no de muerte, como la oferta cotidiana de drogas y armas que reciben en las barriadas olvidadas de la ciudad. Hace exactamente 17 meses, realizábamos junto a la Consultora #Canónika un estudio que revelaba que “1 de cada 2 jóvenes había recibido una oferta de droga para consumir o comprar”. Ver completo ACÁ. Hoy, el cuadro se ve enormemente agravado al igual que la vulnerabilidad social de gran parte de la población.
Ya hemos opinado ocasiones anteriores sobre el fracaso de políticas de represivas, mega presupuestos de “seguridad” patrulleros tecnológicos, cuerpos especiales de represión, fuerzas federales y más cárceles. La práctica demostró su ineficacia.
Como siempre dijimos, no hay mejor constructor de sueños, de futuros que el empleo. No existe mejor sinónimo de la libertad que la educación. Este proyecto emergente será un primer paso que posibilite a miles de pibas/es sostenerse y poder recuperar un proyecto de felicidad en una vida plena y feliz.
Para finalizar, el prólogo de “Ciudad blanca crónica negra”, de Carlos Del Frade en el año 2015 nos empuja a seguir reflexionando:
“La esperanza está en volver a hacerle sentir a miles y miles de pibes argentinos que tienen derecho a soñar, a reír, a enamorarse y que trabajar no es una gilada, ni una pérdida de tiempo.
Y esa es una pelea cotidiana, cercana, afectiva y profundamente política y rebelde. Porque así como no hay que naturalizar lo malo, tampoco hay que naturalizar lo bueno: miles y miles de maestras y maestros, trabajadores sociales, médicos, psicólogos, artistas, mujeres y hombres, todos los días en cada rinconcito de esta fenomenal geografía argentina ponen el oído, la caricia, la palabra y el proyecto para que chicas y chicos no sean mandados por distintos explotadores.
En ellos está el presente mejor.
Es urgente reparar en ellos”.
#NiUnPibeMenosPorLaDroga #ElRincónCultural
* Pablo Landó (Mesa #NiUnPibeMenosPorLaDroga -Santa Fe)
Publicado por Río Bravo el 11 de agosto de 2020.