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Domingo, 13 Noviembre 2022 21:41

Puerto de Paraná: trabajadores rechazan el desmantelamiento e insisten con la reactivación

Escrito por Santiago Mac Yntyre

Los trabajadores de la delegación Paraná Medio de Vías Navegables están en alerta. Rechazan la transferencia del puerto de Paraná al municipio, advierten que no se trata sólo de sus puestos de trabajo y hablan con preocupación del retroceso argentino en la industria naval. "Nos quieren dejar afuera de todo, quieren transformar el puerto de Paraná en un Puerto Madero", dijo a Río Bravo el capitán de la draga 402, Mario Agrofolio.  El martes harán una toma pacífica del predio.

Los mensajes que bajan desde la política resultan confusos, hacen ruido. Mientras los trabajadores y su sindicato (el de Dragado y Balizamiento) desde hace años –ante el abandono estatal– sostienen sus labores a pulmón y hasta poniendo dinero de su bolsillo para hacer funcionar las dragas e impulsan un proyecto de reactivación que nunca logró eco la dirigencia política provincial, lo que avanza es una iniciativa para transferir todo el predio de la delegación Paraná Medio de la subsecretaría de Puertos y Vías Navegables a la Municipalidad de Paraná.

¿El objetivo? "El desarrollo urbano y el acceso a los espacios públicos", según palabras de la diputada Blanca Osuna, autora del proyecto, que niega que se persiga un fin vinculado a los negocios inmobiliarios. Un fin loable y para nada cuestionable en sí mismo. Inclusive, la legisladora asumió un compromiso de preservar un área para la continuidad de las funciones de la delegación aunque sin disipar la incertidumbre de los trabajadores; sobre todo porque el mensaje que baja de parte el municipio –que dispondría del predio una vez aprobada la transferencia– es "hacer algo como se ha hecho en Santa Fe o Puerto Madero", tal como definió en julio pasado el intendente Adán Bahl.

Lo que se va a votar

El martes pasado, la comisión de Legislación General de la Cámara de Diputados de la Nación anexó al dictamen ya aprobado en el mes de julio una propuesta de modificación, de autoría de la exintendenta de Paraná, para ser considerada en la sesión que trate la iniciativa. El día podría ser el miércoles próximo.

El planteo consiste en destinar "un espacio del orden de los 500 m2 para el uso en común entre la Dirección Nacional de Vías Navegables, Delegación Paraná Medio y el Sindicato del Personal Dragado y Balizamiento a los efectos del normal desarrollo de sus actividades habituales, así también como un sitio de amarre en el sector costero para sus embarcaciones y artefactos navales".

Cuesta pensar el "normal desarrollo de sus funciones" de la repartición portuaria y el sindicato en 500 metros cuadrados cuando el predio del antiguo Ministerio de Obras Públicas a ser transferido totaliza una superficie, según el artículo 1° del texto, de unos 115.000 metros cuadrados.

Si bien a esta altura ya ningún plan de reactivación contempla la totalidad del área, cuesta pensar que los 500 metros cuadrados pudiesen alcanzar para algunas funciones claves que proponen desde el sindicato. No obstante, dentro de ese oscuro panorama, los trabajadores encuentran en Osuna una de las pocas voces con posibilidad de incidir en el curso de los acontecimientos con apertura a sus preocupaciones e intereses. "Nosotros somos bastante escépticos porque a las palabras se las lleva el viento", dice Gabriel Biscarreta, oficial fluvial de la delegación y vocal del sindicato, en diálogo con Río Bravo y argumenta: "No nos dicen que nos van a sacar de nuestro lugar pero tampoco nos plantean una propuesta concreta de integración. Solamente nos quieren conformar con un pedazo de la ribera donde podamos poner la draga para sacarla de acá porque consideran que genera una mala imagen".

Río Bravo intentó comunicarse con Osuna por diferentes vías para intentar conocer su posición respecto de los pedidos y preocupaciones de los trabajadores aunque no obtuvo respuesta.

Concentración y toma pacífica

A fines de la semana pasada los trabajadores embarcados hicieron una asamblea en la draga 402 y decidieron tomar medidas ante el avance del proyecto que posiblemente el miércoles entre a votación.

Como parte de las medidas realizaron maniobras en el puerto, amarraron las embarcaciones al baradero, aprovechando la crecida del río y mantuvieron una reunión con el director para ponerlo en conocimiento de las acciones definidas que, que incluyen asambleas en el distrito y una toma pacífica antes que se apruebe la el proyecto de Ley. Mario Agrofolio, capitán de la draga 402 y secretario de Organización y Gremial del Sindicato del Personal de Dragado y Balizamiento, deja entrever el fuerte malestar con la dirigencia política y la preocupación que reina entre los trabajadores: "La municipalidad quiere todo, nos quiere desalojar de nuestra casa, que es 'el Ministerio'. Nos quieren dejar afuera de todo, quieren transformar el puerto de Paraná en un Puerto Madero, Puerto Santa Fe, que no tiene nada que ver con nuestra tarea que es hacer el dragado, el balizamiento y no nos tienen en cuenta para nada, desaprovechando este lugar para generar fuentes de trabajo, que es lo que necesita hoy".

En la actualidad, la repartición lejos está de ser aquél gigante que supo tener más de 3.000 trabajadores: las políticas de vaciamiento, el desprecio de su valor estratégico y la asfixia presupuestaria la redujeron a 20 embarcados, 10 administrativos y unos 10 trabajadores de talleres. "La política actual es cerrar esta institución que tiene 124 años de historia y no queremos que termine acá, no sólo para nosotros sino para las generaciones que vienen", dice Agrofolio casi a modo de plegaria.

"Reactivar la industria naval es una cuestión de interés nacional"

Biscarreta parte de la joven generación, de los últimos que ingresaron a la delegación. Pese a ello, destaca permanentemente su sentido de pertenencia. Se esfuerza en aclarar que su interés y el de sus compañeros no se limita a sus puestos de trabajo, sino de aprovechar el potencial y el valor estratégico del área en que se desempeñan: "No es un tema que nos beneficie a nosotros; es algo que va a beneficiar al país en caso de que se reactive. Es necesario que se reactive la industria naval, estamos quedando muy atrasados respecto de toda Latinoamérica y sería una cuestión de interés nacional".

En ese sentido considera que el retiro del Estado nacional de todo lo que tiene que ver con las construcciones portuarias y las vías navegables implica desperdiciar recursos y oportunidades: "Una vez que perdamos este lugar no se va a volver a reactivar. Eso le daría trabajo a la ciudad y generaría un movimiento muy importante con una perspectiva que en estos momentos no está en la vista de la dirigencia política, que pareciera está pensando en los negocios a corto plazo y nada más".

El fenómeno no es nuevo, admite, pero con cada cambio de gestión fueron quedando cada vez más lejanas las expectativas de un cambio de rumbo: "Desde la dictadura se viene achicando el margen de acción, los barcos están cada vez más deteriorados, algunos se van hundiendo, antes hacíamos algunos trabajos en las zonas portuarias, algunos dragados, pero ahora ya en las condiciones que estamos, por falta de mantenimiento y por una desidia total del Estado nacional, no tenemos las condiciones para seguir demostrando que podemos ser funcionales. Es una actitud que parece hasta criminal de parte del Estado nacional lo que está pasando con nuestra herramienta de trabajo, y ahora vienen por nuestros espacios. Nos da que pensar que todo esto está orquestado y nada es casualidad".

Aunque se concretara la transferencia del predio y el desarrollo del proyecto del municipio, vinculado a lo urbanístico, inmobiliario, turístico y gastronómico, los trabajadores entienden que conservando algunas áreas clave para la delegación cabría la posibilidad de llevar adelante una reactivación.

Por eso, aunque hoy el Estado nacional sigue desfinanciando a los puertos y las funciones que desde allí se cumplen, piden la protección de algunos espacios concretos, "que permitirían una reactivación para mantener al menos algunos lugares estratégicos que podrían servir, sobre todo para un pequeño astillero, tenemos el dique seco y todos los galpones de mecánica, carpintería con un montón de maquinas que todavía funcionan".

"Coincide eso con el tráfico cada vez mayor que hay hacia el norte, donde los barcos que pasarían, todos medianos y chicos, que se pueden reparar en ese astillero. Con esto, los técnicos en construcciones portuarias de la escuela 100 tendrían un lugar donde ejercer su oficio", ejemplifica Biscarreta, que define "lo que más nos importa es el baradero, una zona de amarre de los barcos, los galpones de carpintería y de mecánica que serviría para reparar barcos y para poder poner en funcionamiento el baradero, como también el edificio principal donde está la parte de estudios, aparte del valor histórico y arquitectónico que tiene".

Publicado en Río Bravo el 13 de noviembre de 2022

 

Publicado en Río Bravo el 13 de noviembre de 2022

Modificado por última vez en Domingo, 13 Noviembre 2022 22:03

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