En septiembre del año pasado, el EAAF realizó exhumaciones en el cementerio de Villa Paranacito a partir del testimonio de un ex trabajador del cementerio local, que señaló con precisión la ubicación de nueve tumbas en las que se enterraron nueve personas sin identificar durante la dictadura cívico militar que asoló al país entre 1976 y 1983.
Como estaba previsto, los estudios para detectar material genético y comprarlo con el banco de datos genéticos de familiares de desaparecidos llevaron meses de estudio y aún siguen en curso.
En paralelo, este lunes comenzaron a realizar búsquedas de restos en el cementerio de la localidad de Ibicuy, donde también hubo noticias de enterramientos clandestinos. "Nosotros teníamos en el cementerio de Ibicuy enterramientos NN de gente que había aparecido en el río y que no se había podido precisar su identidad", explicó a Río Bravo la fiscal de la causa, Josefina Minatta.
La funcionaria del Juzgado Federal de Concepción del Uruguay llamó la atención sobre un dato característico de los casos de muerte por ahogamiento en el río que lograron clarificar en el curso de la investigación: la gente que se ahogaba pero que era de la zona, en general se lograba determinar quién era. "En cambio, en aquellos casos en que no se podía determinar la identidad lo que suponemos es que pueden ser víctimas de vuelos", señaló.
Por eso, la coincidencia entre cuatro personas ahogadas, con actas de defunción, enterradas sin identificar, en plena dictadura, da indicios y deja abierta la posibilidad de que se trate de víctimas de vuelos de la muerte.
Las excavaciones comenzaron ayer y siguen hoy. En octubre pasado, peritos del EAF y la Gendarmería Nacional realizaron tareas de georradarización y detectaron anomalías que podrían indicar la existencia de restos óseos, aunque eso lo determinará el resultado de las excavaciones. La realización de estudio previos se debe a que, a diferencia de la precisión con que se realizó la búsqueda en Villa Paranacito, en este caso no había "fosas delimitadas sino una fosa contra un paredón donde se habían depositado los cuerpos".
A la vez, las tareas de investigación se encontraron con otro obstáculo: el cementerio de Ibicuy no tenía registros de la época, porque se perdió en un incendio.
Avances en la investigación
En el marco de la causa, Minatta informó que también está previsto llamar a declarar a exfuncionarios de la dictadura, aunque sin fecha cierta todavía.
Consultada respecto de la evolución del proceso, la fiscal destacó que llegar a hacer las exhumaciones fue un avance enorme porque era algo que cuando tomé la causa era impensado. "Se creía que 'bueno, ya está'", dijo, sintetizando el escepticismo que reinaba al respecto, debido a que "había mucho tiempo, que el terreno era muy anegadizo, que los pobladores tenían miedo, así que hicimos una tarea de volver al territorio, interrogar nuevamente a los testigos, generar una confianza con ellos".
"Ahora dependemos del resultado de las muestras genéticas para ver si podemos afirmar que efectivamente esos cuerpos pueden pertenecer a un desaparecido. Si nosotros conseguimos eso ya podemos comenzar a ver si podemos realizar alguna imputación, que hasta el momento no tenemos en la causa. Tenemos probada la existencia de los vuelos en nuestro territorio, pero no tenemos todavía la certeza de dónde venían. En este sentido sería muy importante para, además de dar con la identidad, avanzar con imputaciones", concluyó.
Publicado en Río Bravo el 3 de mayo de 2022