Hasta ahora, la paritaria docente venía transitando un clima de cierta cordialidad, con diferencias, demandas, exigencias, pero con un diálogo sin mayores tensiones más que la normal puja distributiva entre cualquier patronal, estatal o privada y sus trabajadores y representantes gremiales.
Sin embargo, el plan de lucha dispuesto por el congreso de AGMER realizado en San Salvador, con cuatro días de paro y la reacción del Poder Ejecutivo dan la idea de un conflicto en escalada en el que la solución y el acuerdo hoy están un poco más lejos que hace una semana.
Tras la oferta inicial y el posterior rechazo del sindicato docente mayoritario, que exigió el adelantamiento de los tramos y la revisión de la paritaria en agosto, el Gobierno presentó el sábado pasado un nuevo esquema que mantenía el aumento del 45,45%, adelantaba al mes de mayo el segundo tramo previsto inicialmente para junio y fija para agosto la convocatoria para rever la pauta salarial.
Aunque la primera lectura de situación desde las esferas oficiales tras ese encuentro daba casi por sentado el inicio pacífico del ciclo lectivo 2022, faltaban asambleas y un congreso que hoy terminaron de resolver cuatro jornadas de paro exigiendo un mayor adelantamiento de los tramos en aras de una recuperación más significativa del poder adquisitivo perdido en los últimos años.
El cónclave docente realizado en San Salvador reclamó ese mayor esfuerzo con un contundente plan de lucha y definió paros para los días viernes 4 de marzo, miércoles 9 de marzo y miércoles 16 y jueves 17 de marzo. Estos se suman al Paro Internacional de Mujeres del 8 de marzo, aunque sin vinculación con la discusión paritaria.
Sin aumento: la reacción del Gobierno
Ante la decisión gremial, el Poder Ejecutivo salió a responder ya sin intentos de poner paños fríos a la situación. Quien ofició de vocero fue el presidente del Consejo General de Educación (CGE), Martín Müller: "La propuesta que consta en el acta de la paritaria establecía que, para ser liquidada, debía ser aceptada. Lamentamos que el gremio prive a los docentes y jubilados de un aumento salarial superior al 45% con revisión en agosto”, disparó el funcionario.
Echadas las cartas sobre la mesa, con docentes dispuestos a batallar por una mejora sustancial y la decisión del Gobierno de dar por cerrada cualquier tipo de reformulación, quedará por ver si hay un acuerdo posible en el horizonte que beneficie a los trabajadores y que la Provincia esté dispuesta a otorgar.
Publicado en Río Bravo el 3 de marzo de 2022