El proyecto de Ley impulsado por el diputado provincial Néstor Loggio (bloque CREER Entre Ríos), con media sanción en su cámara de origen, no logró consenso en la comisión de Salud pública, Medioambiente humano y Drogadicción del Senado, por lo tanto no tendrá tratamiento en el pleno, al menos en la sesión prevista para este miércoles.
Aunque el texto plantea como objetivo central de la regulación propuesta "fomentar la forestación de la zona de camino de las rutas provinciales en sus márgenes y adyacencias de manera de promover el impacto positivo de la vegetación nativa como elemento de adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático", las divergencias y cuestionamientos originados por los permisos previstos en el artículo 11, de explotación agrícola de banquinas, hicieron que no lograra dictamen, aún en una comisión con amplia mayoría de senadores de su mismo color político.
"Se autoriza a la Dirección Provincial de Vialidad, por el plazo máximo de cinco (5) años, prorrogable por el mismo plazo por única vez, desde la entrada en vigencia de la presente ley, a otorgar permisos precarios, onerosos e intransferibles de uso de los márgenes y las zonas adyacentes de las rutas y caminos provinciales, mediante concursos públicos de proyectos integrales de utilización productiva y sustentable de las mismas", establece al artículo mencionado que, si bien establece sanciones por incumplimientos, no prevé ningún tipo de límite en cuanto a la proporción de superficie o metros longitudinales con sembradío sobre el total de la extensión de las rutas provinciales.
Ese detalle no menor genera suspicacias y hay quienes sospechan que, en realidad, el objetivo central de la iniciativa (la forestación) y toda su argumentación no serían más que un caballo de troya para alentar la siembra en las banquinas.
Fuentes legislativas consultadas por Río Bravo confirmaron que, efectivamente, fue la inclusión de ése punto y los subsiguientes lo que dejó sin avales al proyecto de Loggio, al punto que –con excepción de la argumentación del autor, que participó como invitado– sólo se escucharon dudas y objeciones en la reunión de la comisión compuesta de modo permanente por cinco diputados oficialistas y sólo dos de Juntos por el Cambio.
Tanto el director de Áreas Naturales Protegidas, Alfredo Berduc, como los senadores Jorge Maradey (CREER) y Alfredo Bagnat (JxC), entre otros, expresaron su rechazo al advertir el carácter contradictorio del proyecto y manifestar su desacuerdo con la siembra en banquinas, porque los cultivos pueden no ser aptos para el consumo y quedarían habilitadas las fumigaciones sobre el margen de la trama vial.
La crítica de las organizaciones ambientalistas
Previo a la reunión de comisión, la coordinadora Basta es basta, por una vida sin agrotóxicos en Entre Ríos, salió a hacer pública su posición crítica del proyecto, ante la posibilidad de que obtuviera dictamen favorable en comisión y se sometiera a votación en la sesión de este miércoles, cosa que finalmente no ocurrirá.
"Rutas seguras son sin agrotóxicos", alertaron desde el título del comunicado en el que se oponen a "la privatización y fumigación en banquinas".
Desde Basta es basta consideraron el proyecto como "un nuevo intento por ampliar la legalidad de los envenenamientos masivos" y argumentaron que "las banquinas son los miles de metros cuadrados públicos donde la biodiversidad resiste el embate de las fumigaciones con agrotóxicos. Pretender ocuparlas también con monocultivos contaminantes significa condenar a muerte nuestros suelos, nuestras aguas y lo que nos queda de biodiversidad junto con nosotrxs. Significaría además viajar rodeados de venenos, envenenar incluso los árboles nativos que justificaría la ley, contribuir finalmente a empeorar el cambio climático que se pretendería disminuir y un nuevo acto de privatización de lo público en pocas manos".
Publicado en Río Bravo el 14 de diciembre de 2021