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Jueves, 25 Noviembre 2010 00:31

Diario de un escritor entrerriano (Semana 8)

Escrito por Román Ortiz

Por Román Ortiz - Seguimos compartiendo este emprendimiento colectivo. Una verdadera cooperativa que no cobra cometas, sino que paga con sudor verde decir las cosas que no son rentables. En esta semana muy Riverito, vamos a hablar de la soberanía, la versoranía y la sobornonía, retomando algunos comentarios.

Como diría nuestro amigo Dorival: “Artigas y el Gaucho Rivero no tuvieron dobleces ni agachadas”, pero sí el “gobernador Arodilladobarri”. Ni hablar de Bugs Busti, Súper Mario Moine y Sergei Montiel. Vivimos tiempos de rodilleras con el imperialismo y rotura de ligamentos ante los intereses unitarios de la Santa Cristina de los Guenos Ayres, o el porteñazo de turno.

 

Y entonces: ¿por qué se vuelve a recordar la Batalla de Obligado en la que nos plantamos ante ingleses y franceses? Parece ser que es necesario lograr que todas las nuevas termas y las que vendrán tengan rentabilidad extra veraniega. Los feriados puente, la postergación de la muerte de San Martín hasta el lunes que sea, y demás medidas Puntadelestesistas, son otro invento del ex menemista y ex secretario de turismo Daniel Scioli: el inútil de Lepanto. 

 

Eso sí, tenemos sobornonía y versoranía. La primera consiste en vender lo que nos pertenece a todos, a cambio de Diegotes para ellos. La segunda consiste en hacerse el malo por Twister, pero agacharse en vivo y en directo. Porta termos de Malasia, dijo otro amigo. Estamos al horno.  

 

La cuestión es que encima volvemos a charlar con el Fondo de Malandras Internacional (FMI). ¿No era que Cristina y Cobos nos habían hecho olvidar de esa palabra? Y justamente, para pagar los préstamos que tomaron los asesinos al Club de los garcas de París. En eso gastan la plata estos personajes de ciencia ficción. El kirchnerismo es una tragedia griega remixada por Dj Deró, y bailada por Cavallo junto a treinta y cuatro odaliscas.

 

Pero acá tenemos nuestros asuntos también. El pato sin rótula, que está rodeado de progresistas y persigue a los docentes que no se conforman con sueldos de hambre, también habla de soberanía. Los números del censo le escupen en la cara que los entrerrianos se van de la provincia faltos de oportunidades. Eso es una vergüenza, y punto y aparte.  

 

El martillo y el hacha carguemos (…) para hacer la heroica Entre Ríos”, dice la marchita que se canta en las escuelas. Pero el gaucho anda rajando de los pesticidas. Cosa e’ mandinga, el mito de la luz mala se convirtió en la sustancia maldita. En esto debemos recordar al otro amigo de nombre Barisio, que no deja “de santiguarse, por si acaso”, pero tiene bien a mano su “trabuco naranjero con perdigón del nueve”, por si se le cruza “el chupacabras”.

 

No es joda recorrer el campo entrerriano. Encontramos tierras que son propiedad de los líderes del ránking de ladrones y extranjeros que blanquean divisas. Aunque lo que más preocupa parece ser esta vuelta de Los Muertos Vivos, auspiciada por Monsanto y su peligroso Doctor Trans.

 

 

Modificado por última vez en Jueves, 25 Noviembre 2010 00:37