El 14 de octubre, después de numerosas denuncias por la realización de fiestas y la acción de maquinarias en islas pertenecientes a Victoria, frente a la costa de la ciudad de Rosario, el Municipio local -a pedido de la Provincia- dictó la resolución 427, con fecha del 14 de octubre, que ordena el cese de ese tipo de eventos, en sintonía con una cautelar de la Justicia Federal que prohibe acciones humanas capaces de alterar el medio ambiente.
En declaraciones públicas sobre estas disposiciones, el funcionario espetó: “A los ambientalistas los sufro”, y agregó que “son unos soplones”. "Cuando ven una máquina en la isla arman un lío bárbaro como si fuera un delito, se han pasado de largo", disparó en declaraciones a Radio 2, de la ciudad de Rosario.
A través de un comunicado, la organización ambientalista “El Paraná no se toca”, aunque aclaró que no respondería a las declaraciones de Ruda en términos personales analizaron lo dicho por el asesor legal del municipio entrerriano como ”un clarísimo ejemplo de un modelo de opinión y gestión histórico que nos ha depositado sin encontrar obstáculos en la desastrosa situación en la que actualmente se encuentran los humedales del Río Parana”.
“El abandono, la desidia y el desinterés por parte del estado sobre estos territorios ha sido terreno fértil para el ecocidio en curso . Quienes se han aprovechado históricamente de la ausencia del estado hoy lucen irritados al quedar expuestos públicamente por el advenimiento de un nuevo paradigma que se da de lleno con la tranquilidad que disfrutaron durante décadas propiciada por la anomia, la falta de controles y la ausencia de voces que denuncien los atropellos a la naturaleza”, cuestionaron.
En este marco consideraron que quienes ocupan cargos públicos “deberían , como mínimo reconocer el desastre e implementar acciones concretas de remediación que sin duda están a su alcance o dejar lugar a quienes tengan otras propuestas o posibilidades”.
Publicado en Río Bravo el 19 de octubre de 2022