De la redacción de Río Bravo
Más allá de las discusiones que suelen abrirse sobre la legitimidad o no y los métodos de reclamo de diversas reivindicaciones vinculadas con los derechos de los pueblos originarios, preexistentes al Estado y a la actual organización nacional –que, en todo caso no debieran darse o utilizarse en desmedro de derechos consagrados desde 1994 en la Constitución Nacional– debiera al menos llamar la atención la disparidad en el abordaje habitual de esta clase de conflictos y otros como los incendios intencionales en el delta del Paraná.
Nadie vio un despliegue masivo de fuerzas de seguridad ni medidas extraordinarias para poner entre rejas a los empresarios ganaderos responsables de la quema de decenas de miles de hectáreas en los humedales del litoral –tierras que en gran proporción pertenecen a los Estados provinciales. No como sí se vio para desalojar y detener a miembros de la comunidad Lof Lafken Winkul Mapu en Villa Mascardi, acusados de usurpar tierras de un parque nacional que reivindican como territorio ancestral.
Hay una lógica, en ese sentido, del accionar estatal, que trasciende gobiernos y hasta la mentada grieta y que, en gran medida, le encaja la frase con la que el fallecido expresidente Néstor Kirchner cuestionó en 2001 a la actual jefa del PRO, Patricia Bullrich, en un cruce televisivo y que volvió al recuerdo días atrás en las redes sociales: "Esto es ser débil con los fuertes y fuerte con los débiles", le enrostró el el santacruceño en un cruce televisivo, luego de que la entonces ministra de Trabajo de la Alianza defendiera a capa y espada el recorte del 13% a las jubilaciones ideado por Ricardo López Murphy, otro actual dirigente de Juntos por el Cambio.
El desalojo
El martes 4 de octubre "se procedió a dar por terminada la usurpación conocida como Villa Mascardi", dijo el Ministro del Interior Aníbal Fernández, que aseguró que en el desalojo del asentamiento de la comunidad mapuche no hubo "ninguna clase de represión, ni siquiera un rasguño", y defendió el accionar de las fuerzas de seguridad nacionales y provinciales al expresar que "quienes consideran que el cumplimiento de la ley y de las ordenes judiciales es un menú a la carta, no entienden lo que es vivir en un sistema republicano". No obstante, Fernández recibió críticas que señalan el contraste entre esa firmeza en el cumplimiento de la Ley y la inacción frente al cierre ilegal del acceso al Lago Escondido por parte del magnate inglés Joe Lewis. En la misma provincia: Río Negro.
El día del desalojo, el Comando Unificado de fuerzas de seguridad que interviene en Villa Mascardi, ubicada a 35 kilómetros de Bariloche, desplegó un operativo con unos 250 uniformados de fuerzas federales y provinciales que tuvo como desenlace la detención de siete mujeres (cuatro de ellas luego trasladadas a Ezeiza) y tres menores de edad. Tres de las detenidas quedaron alojadas en una dependencia de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), mientras que las cuatro restantes fueron trasladadas en avión 1600 kilómetros hasta la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, para ser alojadas inicialmente en el cuartel de la Policía Federal y luego pasar por dos centros de detención más; todo eso en cuatro días en los que se sucedieron una serie de irregularidades que se suman al injustificado traslado inicial –tratándose de la imputación de un delito excarcelable.
Finalmente, este sábado la jueza Federal, Silvana Domínguez dispuso que la machi (líder espiritual) Betiana Colhuan Nahuel, Romina Rosas (embarazada), María Celeste Ardaiz y Marta Jaramillo sean trasladadeas de nuevo a Río Negro para continuar su detención bajo régimen domiciliario en una vivienda del barrio Lomas de Villaverde, en la zona este de Bariloche.
Todo lo ocurrido desde el momento del desalojo y luego, con las diferentes decisiones tomadas por la jueza y por el Ejecutivo nacional, hicieron ruido y generaron fuerte controversia dentro del frente gobernante.
Por un lado, derivó en la renuncia de Elizabeth Gómez Alcorta al Ministerio de Mujeres: “Estoy convencida de que el encarcelamiento, la denegatoria de la excarcelación para todas ellas y aún más a una mujer embarazada de 40 semanas, la incomunicación y el traslado a más de 1.500 kilómetros de su lugar de residencia constituyen violaciones evidentes a los Derechos Humanos”, escribió la funcionaria al presentar su dimisión.
Por otro lado, la directora de Género e Igualdad de la subsecretaría de Agricultura Familiar, Deolinda Carrizo, perteneciente al pueblo originario vilela, dio detalles de su visita a las mujeres mapuches al penal de Ezeiza y reveló testimonios de las detenidas respecto de las condiciones de detención y actos de humillación sufridos durante los traslados y en los lugares de encierro.
Tras su visita a las cuatro mujeres privadas de su libertad, el viernes pasado, Carrizo –histórica dirigente del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MOCASE)– hizo público parte del testimonio que da cuenta de situaciones de humillación que si bien, no se evidencian con "un rasguño" hablan de maltrato, prepotencia, recismo, violencia psicológica y de género que parecen propios de otras épocas de la historia argentina:
“Llegaron muchos, disparaban gases lacrimogenos, agarraron a las mujeres con los niños y una mujer embarazada, nos decían que nos tiremos al piso o nos mataban ¿Como la embarazada se va a tirar al piso? Las otras que tenían las criaturas en el brazo, ¿cómo se va a tirar al piso? Andrea le dijo a un uniformado: '¿Son nazis?' Y éste le respondio que 'a mucha honra!'”
– “Cuando nos trasladan a la requisa y todo eso, requisaban las mantitas de los bebes y los pañales. Se quedaron con nuestras pertenencias y supuestas cosas peligrosas que teníamos como archavay y después cuando nos llevan a la PSA (Policía de Seguridad Aeroporturaria), nos sacan el traniue (la faja), también nos querian sacar el nelonco y ahí ya nos pusimos firmes dijimos "bueno, NO, ¡basta!", y eso nos lo dejaron, porque les dijimos del convenio y que es nuestra vestimenta que es nuestro derecho cultural y demás y lo dejaron".
– "En uno de los lugares de detención nos desnudaron un montón de veces, nos revisaron un montón de veces. Ayer por ejemplo, a mí, uno me estaba espiando. Un milico, por una puertita que se ve. Eso fue en la U28 (Nota de la Redacción: Centro de detención judicial Unidad 28, del Servicio Penitenciario Federal”.
– "Desde el martes (día en que fueron detenidas) nosotros no nos hemos podido higienizar ni nada y (...) ya perdí la cuenta de cuantas veces nos hicieron quedar sin ninguna ropa, y así teníamos que movernos y mostrar EL CUERPO”.
– “Y además, a ellos lo que les importa es si tenemos machucones o rasguños, pero todo el maltrato psicologico y la humillación que tuvimos, eso no se toma como algo violento y nos hicieron ir así al baño del avión, que es de 50 x 50, con esposas, entonces, lo más incómodo. Fue re feo. Fuimos en avión esposadas; no sabíamos adónde. Nos decían 'ya se van a enterar cuando lleguen'. No nos decían para qué, quién dio la orden, no nos decían nada. Y entonces se me venían un montón de imágenes”.
– “Ayer viajamos encadenadas, con una cadena que desde el piso pasa por entre medio de las piernas y va a las esposas, así viajamos nosotras ayer hasta acá” (a la penitenciaria de Ezeiza). Entonces dijimos: 'Si viajamos así, después de todo lo que pasamos, falta que nos ejecuten nomas, en qué momento nos van a fusilar nomás... Nos hicieron poner de espaldas también, nos esposaron y nos pusieron de espaldas, mirando a la pared. En la U28”.
– “Y nos costó muchísimo hablar con la abogada que pedimos hablar, fue una lucha. De gritar, de hacer escándalo, de decir y bueno también, ya desde PSA fue así, desde estar allá en Bariloche. Y todo el tiempo nos mentían, nos decían que nos iban a poner juntas. Me decían, tenés el número de la abogada, y no, no lo teníamos nosotras, si no teníamos nada, no nos dejaban tener nada. Entonces nos pusimos a hacer escandalo y bueno ahí se pusieron a rastrear el número de la abogada y pudimos hablar, pero eran las once de la noche, desde que nos detuvieron a las ocho de la mañana, a las once de la noche pudimos hablar con la abogada”.
Publicado en Río Bravo el 10 de octubre de 2022