Los integrantes de la Junta Americana por los Pueblos Libres nos inclinamos, consternados, ante los hermanos de la nación Toba Qom de la comunidad La Primavera, en Formosa, que acaban de ser víctimas de otra embestida fatal dentro del plan secular de exterminio.
Nos solidarizamos con todas las naciones originarias de Sudamérica –como estos pueblos Guaycurúes del nordeste argentino- que padecen los atropellos de la oligarquía capitalista en pleno año 2010.
Estamos de luto. Tocan un hermano de Nuestra América y nos tocan a todos. Los reclamos del pueblo Qom son nuestros reclamos, y la sangre derramada es otro eslabón más, de una cadena de opresión que lleva siglos y que debemos cortar.
Desde este Centro de Estudios constituido por entrerrianos, santafesinos, cordobeses y orientales reclamamos la devolución de tierras, y el aniquilamiento del sistema que facilita la acumulación de estancias para la economía extractiva entre terratenientes y pooles aliados del poder político. Exigimos el cumplimiento puntilloso de tratados internacionales y leyes de este país, que reconocen derechos de los pueblos originarios (como la prohibición de desalojo); y el desmantelamiento de los indignos planes clientelares que restan legitimidad a los gobiernos.
Como seguidores del legado de la Liga de los Pueblos Libres, demandamos el respeto al desarrollo soberano de las naciones originarias según sus convicciones espirituales, su cosmovisión, su relación armónica con el territorio y sus principios solidarios dentro de una economía sustentable, en las antípodas del consumismo individualista occidental que nos está empujando a la ruina.
Sostenemos, con José Artigas y Andrés Guacurarí, que los pueblos originarios tienen derecho a sus territorios, a establecer sus propios gobiernos, a cultivar sus idiomas y a defenderse de los agresores; que el estado debe evitar y condenar los atropellos, y que nuestros pueblos no necesitan que otros les reconozcan derechos para considerarlos vigentes.
Denunciamos públicamente a los gobiernos de Gildo Insfrán y Cristina Kirchner como responsables principales del conflicto y sus dolorosas consecuencias; y por aprovecharse de la falta de repercusión nacional de la cadena de problemas que exhibe Formosa, para reprimir, con resultados fatales, en vez de acercarse a escuchar los reclamos de estos argentinos que protestaron a viva voz durante 120 días, con bloqueos incluidos en la ruta nacional 86 cerca de Laguna Blanca, para llamar la atención, y la única atención que recibieron fueron las balas.
Nos hacemos eco de las denuncias de los hermanos formoseños por la actitud de gobernantes que, en connivencia con otros poderosos de la zona, abortan los caminos del diálogo y el entendimiento y optan por la indiferencia o la represión, con la complacencia de grandes medios de prensa y sectores de la intelectualidad ocupados más en hacer buenas migas con el poder arbitrario que en los derechos de los humillados de la tierra.
Instamos a los directivos universitarios que pretenden parcelas para sus estudios a tomarlas de la oligarquía terrateniente y los usureros, y jamás a recortar un metro más a nuestros pueblos.
Nos hacemos eco también de los insistentes pedidos de los formoseños de que el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas –INAI- (bajo la órbita de la ministra Alicia Kirchner), asuma sus deberes de una vez, como responsable principal (por acción y por omisión) de la agudización de los conflictos; y que la provincia revierta las políticas que desarrolla a través del Instituto de Comunidades Aborígenes –ICA- de su jurisdicción, que según comentarios de los vecinos tampoco genera confianza en los formoseños.
Hemos recogido parecidas acciones autoritarias gubernamentales contra las manifestaciones de la Inter Wichí realizadas durante más de un mes; contra organizaciones campesinas del Centro Este de esa provincia, contra la Asociación de Productores del Bañado La Estrella, contra los tobas de Bartolomé de las Casas, los Wichís de Ramón Lista y María Cristina, sólo por dar ejemplos de algunos conflictos que interpelan al poder constituido en la hermana Formosa.
Acusamos a los gobiernos y sus aliados de reincidir en pleno 2010 con la implantación violenta de la línea ideológica que antes provocó sangrías en los pueblos de la Patagonia, el Chaco, el Noroeste, Entre Ríos, la Banda Oriental, y el Paraguay; y señalamos que esa línea se expresa en nuestra región en el pago de fondos multimillonarios de una deuda externa fraudulenta, y en las facilidades brindadas para la expansión de las multinacionales y otros grupos concentrados.
¡Por la unidad de nuestras luchas! ¡Salud, hermanos de Formosa!
Junta Americana por los Pueblos Libres
Paraná, 29 de noviembre de 2010.-
Víctor Hugo Sartori, Secretario; Julio Majul, Vicepresidente; Pedro Aguer, Presidente.
