Se cumplen 18 años de aquella pueblada nacional que puso fin a lo que para muchos fue la decepción de la Alianza, aquella coalición gobernante que venía a terminar con la fiesta menemista y concluyó de manera sangrienta y con el saldo trágico de 30 muertos pero también con un pueblo movilizado y la enseñanza que aquellas jornadas dejaron a quienes se resisten a aceptar con resignación que la historia es cíclica y no se puede hacer nada para torcer ese rumbo.

Entre Ríos no fue la excepción en aquel convulsionado diciembre de 2001, aquel al que le quedaban muy lejos los dos años para la próxima elección y el hambre y la pobreza que acechaba en las barriadas populares, sumado a las medidas de ajuste sobre una situación socioeconómica que ya venía complicada tras 10 años de menemato, fue un cóctel explosivo.

La ceguera del Gobierno en aquel entonces, luego del duro rechazo que recibió en las elecciones de término medio, con el llamado voto bronca y, aún así, su insistencia en continuar con las políticas de ajuste desembocaron en un creciente malestar y una mayor articulación de las organizaciones sindicales, políticas y sociales.

La respuesta fue más represión. Y en Paraná eso le costó la vida a Eloísa Paniagua, Romina Iturain y José Daniel Rodríguez, éste último militante de la Corriente Clasista y Combativa que fue asesinado en un hecho con ribetes mafiosos. En la ciudad de Rosario, también víctima de la represión, cayó otro entrerriano: Pocho Lepratti, oriundo de Concepción del Uruguay, asesinado en Rosario por la policía provincial, después de pedirles a los uniformados que bajaran las armas, que en ése lugar sólo había pibes comiendo, frase y momento que inmortalizó León Gieco en “El ángel de la bicicleta”.

Este año, la conmemoración en Paraná se desarrolla bajo un cielo gris y una lluvia incesante; coincidencia y metáfora a la vez de la tristeza por la ausencia de Mario Iturain, que tras caminar durante 18 años por justicia y por castigo para los responsables de la muerte de Romina, junto a la Multisectorial 20 de Diciembre, perdió la vida trágicamente en julio de este año.

Después de cuatro años de políticas que repitieron aquellas viejas recetas dictadas desde muy lejos, con un 40 por ciento de pobreza y miles de nuevos desocupados, urgen medidas drásticas para frenar la caída de quienes viven al borde del abismo. El tiempo y el devenir de los acontecimientos dirán si la nueva orientación de las políticas económicas y las medidas encaradas por el recientemente asumido gobierno nacional coinciden con el enunciado explícito de “empezar por los últimos para llegar a todos”.