Las efemérides me aburren tremendamente. Son el lado más vago del periodismo. Las efemérides deberían servir para contar las historias paralelas y nunca contadas de las historias oficiales. Sino siempre se repite lo que ya está en wikipedia.
Se cumplen 50 años del día que el militar, dictador y presidente de facto Juan Carlos Onganía cortó la cinta inaugural que abrió el paso al cruce subfluvial entre Santa Fe y Entre Ríos. La historia de su construcción estuvo a cargo de personas mucho más agradables y menos nefastas que Onganía, que poco tuvo que ver más que para venir a cortar la cinta.
Pero lo que quiero contar es otra cosa. El nuevo Túnel debía ser recibido también con un acontecimiento cultural. Con el propósito de organizar los festejos de su apertura, el gobierno de la provincia de Santa Fe convocó a muchas instituciones para organizar lo que se llamó la Semana del Túnel o Expo Túnel desde el 6 al 13 de diciembre de 1969.
Fue José María “Cocho” Paolantonio, recordado como un activo miembro del movimiento teatral santafesino, y que por aquel año vivía en Buenos Aires trabajando como secretario de Extensión Cultural del Instituto Di Tella, quien propuso para la Expo a la artista argentina Lea Lublin, dado que, casualmente, había llegado de París, donde acababa de presentar dos instalaciones artísticas con mucho suceso:
"Lea Lublin aceptó la propuesta, ya que la misma se acercaba a su idea estética de generar arte interactivo que permitiera la participación de la gente vinculando el acontecimiento con la sociedad. Paolantonio cuenta `...para acentuar más esta decisión convinimos en que el título de la obra estuviera directamente vinculado con ella. De una reunión entre todo el equipo de la Secretaría nació lo del Fluvio Subtunal que significaba la respuesta artística a la construcción física. El nombre se le ocurrió a Luis Verdi´” . (El Litoral. 29/10/2010)
El visitante se metía en distintas habitaciones y atravesaba una experiencia, una especie de “arte experiencial”, combinado con el estilo de los happenings que surgieron en Nueva York y que en Buenos Aires también se hacían en el Di Tella, donde había una mezcla de arte callejero con una participación activa del espectador. Pero fue la primera vez que se ponía en práctica en nuestra ciudad, lo que significó un furor entre el público que pudo apreciarlo.
La obra de Lea Lublin fue la culminación de una serie muestras que ofrecieron a los santafesinos el encuentro con una forma artística hasta entonces poco conocida. La Expo Túnel fue un hito en la historia del arte de nuestra región, pero no sólo fue una muestra de vanguardia plástica sino también musical. Al respecto el músico y periodista santafesino Daniel Caminiti relata esta característica recordando aquel acontecimiento:
“Era la Expo 69, durante una semana hubo varios artistas que llegaron a la ciudad: Mercedes Sosa, la Porteña Jazz Band, el Gato Barbieri y también Almendra. Ahí lo escuché por primera vez a Luis Alberto Spinetta y descubrí lo que era la improvisación, la zapada en el rock, algo que no había visto nunca en mi vida”. (Daniel Caminiti - El Litoral. 10/03/2012).
Otro músico y periodista de la ciudad que también presenció aquella “Semana del Túnel” fue Hugo Tredici, y cuenta sobre la misma:
“Estaba terminando la escuela primaria, muy enganchado con toda la movida beat de la época: Los Gatos, Pintura Fresca, Trocha Angosta; y fui a la Expo Túnel, en el escenario que se armó en la costanera, a ver a Almendra como a un grupo más de esa movida. No reparé en que ese tipo que estaba cantando y tocando la guitarra luego iba a tener tanta influencia en mí. Yo conocía al grupo por un tema, Gabinetes Espaciales, que estaba en un disco que compilaba canciones de distintos grupos; recuerdo que al lado de El Extraño de Pelo Largo, o Sobre un Vidrio Mojado, de Kano y los Bulldogs, el tema aparecía como algo totalmente raro. Desde el sonido, desde la lírica de la poesía, uno se preguntaba ¿qué está cantando este tipo?”. (Hugo Tredici - El Litoral. 10/03/2012).
También tocaron grupos de rock de Santa Fe, que empezaban a surgir con canciones de autor en castellano como el grupo Them. Cuentan quienes estuvieron allí ese día que el público local aplaudió hasta más fuerte que a los capitalinos Almendra. Sin embargo no existen ni se han encontrado aún registros fílmicos, sonoros o fotográficos de aquellos recitales, por lo que sólo la memoria de quienes estuvieron presentes puede acercarnos con el relato de sus recuerdos las sensaciones y vivencias de los hechos ocurridos. El historiador santafesino Mario Daniel Andino estuvo presente también en ese recital de Almendra y lo cuenta así:
“Hubo una semana de festejos en la costanera donde se hizo la Expo Túnel, donde actualmente está el Parque de la Locomotora. Se había instalado un escenario donde tocaban distintos grupos musicales, de distintas corrientes, y entre ellos actuó Almendra. Spinetta vino a Santa Fe en su etapa inicial, muy fuerte, muy gloriosa… recuerdo personalmente haber estado, escuchar Muchacha ojos de papel con aquel flaco extraño que desde arriba cantaba con una voz un poco susurrante y que no tenía nada que ver con los cánones de los cantantes más gritones o que declamaban otra cosa. No fue un show masivo, habíamos quedado un pequeño grupo para escucharlos, pero se notaba ya que era algo diferente, y comenzaba una adhesión casi de culto con el público… hubo un culto desde el comienzo; no es que se mitificaron después, sino que creo que hubo un ‘darse cuenta’ desde el inicio que ahí había un nivel diferente”. (Mario Andino).
Por último el testimonio de Mario Zanor, plomo del grupo Them, recuerda lo que muchos hoy creen imposible, haber escuchado Almendra primero en vivo que en radio o en disco:
“Al comienzo la única forma de escuchar rock era yendo a los recitales. Después aparecieron el Peiso y Bergesio, pero era prácticamente nada lo que había en radio. Había que ir a ver a los grupos en vivo, porque tampoco era fácil conseguir discos. (…) Yo era plomo del grupo Them, porque colaboraba con mi hermano Horacio que tocaba la guitarra ahí. Y gracias a eso pude escuchar al grupo Almendra dos veces, una en Candy y otra en la Expo Túnel, donde recuerdo hicieron el tema Gabinetes espaciales que era una locura. Escuché a Almendra en vivo antes que por la radio o por discos...”. (Mario Zanor).
No se sabe con exactitud qué día Edelmiro Molinari, Rodolfo García, Emilio del Guercio y Luis Alberto Spinetta estuvieron en Santa Fe. Lo que sí se sabe es que entre el público también estaba Alcira Luengas, una joven estudiante de cine del Instituto de Cinematografía de la UNL, quien quedó deslumbrada con Almendra y decidió realizar un documental sobre el grupo. Esta realización tampoco es reconocida en la historia oficial de la filmografía del cine argentino y nadie recuerda a Alcira como una de las primeras documentalistas de rock de la Argentina. Pero esa es otra historia.
Reproducido por Río Bravo con autorización del autor el 13 de diciembre de 2019.
A una semana de la fecha prevista para su inicio, lo único que hay de concreto sobre Feria del Libro de Paraná es la incertidumbre y la intención de sus principales protagonistas de que se realice. Sin embargo denuncian que pese a la planificación y organización previa, ya se modificaron la fecha y el lugar en varias oportunidades. Responsabilizan al intendente y a la secretaria de Cultura y exigen que se garantice la Feria.
Libreros, editoriales, asociaciones literarias, bibliotecas y escritores reclaman a la Municipalidad de Paraná que garantice la realización de la Feria del Libro que, según lo acordado en las diferentes instancias organizativas –de las que forma parte la Secretaría de Cultura encabezada por Magda Varisco– debería desarrollarse entre el 12 y el 15 de septiembre en la Plaza 1° de Mayo.
Sin embargo, según denunciaron en un comunicado enviado a Río Bravo, su realización pende de un hilo y exigieron al Estado municipal como al área de Cultura “que cumpla con los acuerdos sobre la realización de la Feria del Libro e inicie su promoción”.
“Otra vez nos mintieron. A menos de una semana del inicio de la Feria, la Municipalidad y su secretaria de Cultura, Magda Varisco, no cumplen con ninguno de los acuerdos: no publicitan la grilla de actividades, no invitan a la Feria, no sabemos si la Feria se va a realizar. Ellos mismos, bajo el argumento de la falta de presupuesto, la ponen en duda y no dan respuestas”, denunciaron.
En el texto resaltaron que, junto con la Municipalidad, organizaron la Feria con más de cinco instancias de reunión a lo largo de seis meses y para este año la fecha fue modificada en varias oportunidades. “Dos veces debimos elegir los lugares que ocuparían nuestros stands, acordamos con el municipio el precio y el pago de los mismos, aceptamos la propuesta de hacer la Feria en la Plaza 1º de Mayo, luego en la Plaza Alvear y finalmente otra vez en la Plaza 1º de Mayo, tenemos preparados exposiciones y presentaciones de obras desde el jueves 12 al domingo 15 con escritores paranaenses y de otros lugares del país que confirmaron sus participaciones, y todos nuestros libros están preparados para brindarle a la sociedad paranaense lo mejor de nuestros títulos como cada año”. Sin embargo, las señales que da el gobierno municipal hacen crecer la incertidumbre.
En este contexto, advirtieron que este tipo de situaciones tiene antecedentes y recordaron lo ocurrido hace dos años cuando, al llegar a la Sala Mayo, la propia gestión municipal les impidió hacer la Feria: “Sacó sus carteles y la canceló tras el argumento de que no habían advertido la cercanía a una fecha electoral. Fuimos los libreros y editores quienes nos plantamos y decidimos abrir la Feria igual. Hoy debemos hacer lo mismo. Sin embargo, esta vez la Sala Mayo no se puede utilizar y contamos con las carpas que la Municipalidad acordó contratar para poder realizarla”.
Los libreros manifestaron que la Feria del libro “no es solo una cuestión económica” y destacaron que han podido sostenerse en el complicado escenario económico del país “gracias a los lectores”, por lo que “la Feria del libro de la capital provincial es para ellos”. “Creemos que no debería hacer falta darle argumentos a la Secretaría de Cultura municipal y a los funcionarios locales sobre la importancia de la lectura en nuestra sociedad”, agregaron.
Tras expresar su enojo y preocupación, pese a las adversidades se mostraron “con todas las ganas” y “preparados para una gran Feria del Libro”y responsabilizaron al intendente Sergio Varisco, sus funcionarios y la Secretaria de Cultura Magda Varisco de que la Feria se haga.
El texto lleva las firmas de Rosana Pittia (Librería del Ateneo de Paraná SRL), Emilce Donda (Librate), Osvaldo Alberto Seita (Libreria KLAXIKA), Pedro Juan José Demonte y Juan Sebastián Demonte (El Templo del Libro), Pablo Felizia (Ana Editorial), Juan Pablo Vicentín, Juampi Mosaénicas (Criaturas de papel), Laura Martincich y Armando Salzman (Editorial Fundación La Hendija), Sociedad Argentina de Escritores (SADE Entre Ríos), Asociación de Escritores de Entre Ríos (AEDEER), Delta Editora, Carina Mattio (Editorial Didasko), Adriana Esquivel (escritora), Francisco Vanrell (El Oso Libros), Ana Clara Knopp (Saltacharcos Libros), Joaquín Díaz (Vaporeso Libros), Isabel Rodríguez Varela (San Pablo Paraná) y Fabio Mujica (Librería San Francisco Javier).
El viernes 7 de junio, Pablo Felizia presentará Desaparición y muerte en bicicletas rojas (Ana Editorial), un libro de cuentos basados en hechos policiales entrerrianos. La iniciativa será a las 19.30 en la Biblioteca Popular del Paraná de calle Buenos Aires 256. Del encuentro participará el Grupo Arandú de teatro de la capital provincial. Para la realización de esta obra, el autor recibió una beca del Fondo Nacional de las Artes. La entrada es libre y gratuita.
La cita de este viernes promete sorpresas y buenas lecturas, además del intercambio con el autor sobre esta nueva obra que consolida su propia producción y la de Ana Editorial, una pujante, creativa e insistente editorial entrerriana que ya se ha ganado su lugar entre los lectores de la región. Pablo Felizia es el autor del libro Crónicas Patrias, que ya lleva dos ediciones, con amplia repercusión en la provincia y fuera de ella, reconocimiento oficial y sostenida circulación en escuelas y otras instituciones culturales. El mismo transforma en cuentos las historias reales de combatientes de Malvinas entrerrianos.
El libro
Desaparición y muerte en bicicletas rojas consta de siete cuentos. El primero, el que le da nombre al libro, fue publicado por primera vez entre enero y febrero de 2014, a modo de folletín, en Diario Uno de Entre Ríos. Un año separó la desaparición de Sebastián Ortiz y Juan José Pocho Morales en San Jaime de la Frontera. Los dos vendían en la calle, tenían sesenta y seis años, eran pelados, fueron vistos por última vez minutos antes de las 20:30 en la misma cuadra céntrica y al momento de desaparecer ambos andaban en bicicletas rojas. Esa es la historia real, la historia judicial, en este libro hay ocho capítulos que pertenecen a la ficción, pero caminan por la cornisa de los hechos reales.
Dos pescadores de Bajada Grande fueron protagonistas de varias páginas policiales en junio de 2009. Un puntazo fue suficiente para dar muerte a un hombre entre los puestos de pescado, a metros del río. El hecho fue la excusa para Cachorros, el segundo cuento que integra este libro.
Los poetas de Ramírez es la historia de un grupo de jóvenes dispuestos a repartir sus poesías el día de la inauguración del Túnel Subfluvial Raúl Uranga–Carlos Sylvestre Begnis. El 13 de diciembre de 1969, Juan Carlos Onganía y los interventores de Entre Ríos y Santa Fe, cortaron la cinta que abrió este paso por debajo del río. El cuento es una historia de amor y de lucha y, en esas circunstancias, de traiciones y muertes. En el relato fue reconstruida una ciudad distinta, detenida en el tiempo, esperanzada ante la obra que le cambió la vida; fue publicado por primera vez en dos partes, en el Diario UNO, en enero de 2015.
En diciembre de 2001, fue asesinado bajo las balas de la policía José Daniel Rodríguez, militante de la Corriente Clasista y Combativa. También murió Romina Iturain y Eloísa Paniagua, todos casos en donde la impunidad fue protagonista. Tengo hambre, José es un pedido de justicia, una venganza poética y obtuvo una mención en un concurso organizado por la Biblioteca Popular del Paraná en 2011 y fue publicado por primera vez en una antología editada por esa institución.
El suicidio dudoso de un joven en Gualeguaychú, llevó al investigador Juan Carlos Muñoz a recorrer la autovía, llegar hasta Villa Paranacito y desandar una historia de narcotráfico y mentiras. Inversión a futuro es el título del cuento.
La victoria de los visitantes nocturnos tiene entre sus protagonistas a Silvia Pérez Simondini y a su hija Andrea. Ellas abrieron con gran esfuerzo y pasión un museo en Victoria que se llena de turistas, apasionados por la temática, científicos y curiosos. Hace más de veinte años fundaron Visión Ovni, un grupo de investigación del fenómeno con especialistas en todo el país y se convirtieron en referentes de la ufología argentina. El cuento apareció por primera vez en mayo de 2014, también en Diario Uno; es una ficción llena de experiencias reales a partir de una entrevista de tres días a las dos mujeres. El peritaje ante la mutilación de ganado, de marcas en el suelo y de luces que aparecen a lo lejos forman parte del trabajo de estas ufólogas, como así también la búsqueda y el análisis de documentos y expedientes oficiales sobre el fenómeno.
31 (La Luz) es el cuento que cierra este libro. Como los demás, está basado en hechos reales. Otra vez, pero cuatro años después y frente a una enfermedad que amenaza con dejarlo ciego, el investigador Omar Domingo fue en la búsqueda de la verdad. Llegó hasta Febre para encontrarse con la señora Esther, vidente y sanadora. La mujer le dijo dónde está Pocho Morales.
Publicado por Río Bravo el 2 de junio de 2019.
Todos los días leemos noticias sobre los grandes problemas que afronta la educación, la falta de recursos y muchas otras veces, la falta de esperanza.
La televisión, los dirigentes del fútbol argentino, los multimedios extranjeros, el gobierno y sus promesas, las sociedades anónimas, la privatización, apuestas; todo mezclado en un panorama que consolida al fútbol argentino como un negocio de pocos en el que el público y el juego son las víctimas principales.
El abuso sexual e intento de violación del sábado pasado nos impone una discusión sobre el modo en que, como sociedad, reaccionamos ante las denuncias por violencia de género. Aquí no podemos ser neutrales y, el lugar donde nos paremos, tiene sus consecuencias.