Una experiencia que a nivel nacional se puede considerar pionera, se está desarrollando en Paraná. En la zona oeste, en algunas de las barriadas más humildes de la ciudad, miembros de la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y de la Casa de Atención y Acompañamiento Comunitario (CAAC) “José Daniel Rodríguez”, del barrio Mosconi, salen desde hace semanas a recorrer y trabajar activamente en la prevención contra la pandemia y en la promoción de la salud pública, atendiendo a la vez las condiciones particulares de lo duro que pega en la zona la crisis económica y social.
"Responsabilidad y compromiso colectivo"
La tarea empezó prácticamente a la par de las medidas de aislamiento social, preventivo y obligatorio implementadas a nivel nacional. En coordinación con las y los trabajadores de los centros de atención primaria de la salud de cada uno de los barrios, se realizaron recorridas socializando información para la prevención, en un marco en el que las necesarias medidas en resguardo de la salud pública serían particularmente difíciles de afrontar.
El bioingeniero Arturo Sedano, asesor técnico de la CCC, así lo grafica: "En el barrio es muy difícil que los cumpas puedan sostener largamente el aislamiento. El hacinamiento, la falta de servicios básicos y hasta de posibilidades y espacio para esparcimiento, sumado a la necesidad de salir a hacer changas con las que se trabaja y se vive el día a día; son una realidad".
Ante esta realidad, se tomaron todos los recaudos y las medidas de seguridad necesarios (uso de barbijos, distancia social preventiva y elementos de higiene a mano), y salieron a "ponerle el pecho" a la pandemia. Se capacitó a las y los voluntarios, se informó a las y los vecinos, se hizo un relevamiento de la población de riesgo y se acompañó la vacunación preventiva contra la gripe de dicha población.
En palabras de Sedano, "nos enfrentamos al miedo que genera el desconocimiento. Entonces e salió a hacer campaña para informar a los cumpas cómo poder desarrollar algunas tareas con el menor riesgo posible de transmisión del virus, extremando las formas de prevención, cuidándose e informando cual es la población de riesgo que sí o sí se tiene que cuidar y aislar".
Un trabajo en etapas
En primer lugar se trabajó en la capacitación fundamental, a través de las redes sociales y por WhatsApp. Se elaboró un material de formación para las y los compañeros que voluntariamente quisieran participar, y luego de una semana se realizó un intercambio para balancear. Se afinó la información sobre cuáles son las medidas de prevención y los grupos de riesgo, y los objetivos de la campaña.
Después se salió a hacer el relevamiento de los grupos de riesgo y se aprovechó para entregar un volante informativo así como un kit básico de limpieza (desinfectante, detergente y/o lavandina diluida). El relevamiento de la población de riesgo sirvió como información crucial para la campaña de vacunación antigripal, en coordinación con los centros de salud de cada barrio. Las medidas de prevención que se difundieron tienen que ver con la higiene, sobre todo cuando se está en contacto con objetos o personas de fuera del ámbito de cada casa, y la distancia social, más allá de la "cuarentena", que sigue siendo la principal medida de prevención.
Finalmente, se acompañó al personal de salud para realizar las vacunaciones, principalmente a personas mayores 60 años o con problemas cardíacos y respiratorios, y embarazadas.
Una campaña necesaria
A nivel nacional la CCC definió enfrentar la pandemia, por lo que además de sostener los comedores y las copa de leche abiertos, se encaró el tema de la prevención. La propuesta puede tomarse como un antecedente de lo que acaba de anunciar como propuesta oficial el Ministerio de Desarrollo Social del gobierno nacional. Con el nombre del Programa "El Barrio Cuida Al Barrio" se propone que "promotores y promotoras comunitarias recorrerán su barrio para poder realizar un acompañamiento específico a grupos de riesgo, difundir medidas preventivas y distribuir elementos de seguridad e higiene."
Desde su lugar como asesor técnico de la CCC local, el bioingeniero Arturo Sedano fue contundente respecto de la necesidad de esta campaña. "La misma pudo relevar la altísima población de riesgo que en gran porcentaje está por fuera de los registros de los efectores de salud y no se habrían vacunado si no fuese por este trabajo coordinado."
Un dato que los moviliza es que en 2018, según estadística de salud nacional, alrededor de 600 personas murieron por gripe y neumonía. Muchos más, desde ya, son las y los que estuvieron internados. Frente a este dato, es clave trabajar para "tener camas libres para la llegada del pico de la pandemia", sostiene Sedano, y para ello todo trabajo de prevención es clave.
A esto se suma que la pandemia llegó pocos meses después de que se sancionaran en Argentina las leyes de emergencia social. La destrucción del trabajo, del esquema productivo, de pymes y del mercado interno, generadas durante los 4 años del gobierno de Cambiemos, agravan el contexto en el que se vuelve prioridad la prevención y el resguardo de la salud pública. "Como decía Ramón Carrillo, entendemos que las malas políticas de salud son más peligrosas que los microbios", dice Sedano y remarca las deficiencias que afronta, después de años de destrucción, el sistema nacional de salud pública.
Existe un déficit de promotores de salud y agentes sanitarios."Se viene sufriendo desde hace muchísimos años el desmantelamiento del sistema de salud pública, hoy columna vertebral para enfrentar la pandemia", sostiene Sedano. En contrapartida, señala que las y los trabajadores de la salud "demuestran una vez más que están al pie del cañón para servir a las necesidades del pueblo". Destaca el acompañamiento recibido en la campaña por parte de los efectores de salud y la "muy buena predisposición de la gente de los centros de atención primaria de salud".
Quiénes y dónde
Quienes hicieron punta fueron el equipo técnico y las y los talleristas del CAAC José Daniel Rodríguez, que lleva su nombre en homenaje al militante de la CCC asesinado por la represión parapolicial en los días del estallido social de diciembre de 2001. El trabajo desde el CAAC fue en los barrios Balbi, Antártida, San Martin, Mosconi y Malvinas. Del CAAC también participan las y los jóvenes del Movimiento Ni Un Pibe Menos Por la Droga y el grupo de promotoras de derechos para la zona oeste de Paraná, que trabaja en la prevención contra la violencia de género (con el lema, en este contexto, #CuarentenaSeguraParaTodas) y por la declaración de la Emergencia sobre el tema.
Luego se avanzó y la CCC en pleno, en coordinación con la cátedra de Salud Pública de la carrera de Bioingeniería (con el profesor Fernando Sacetti a la cabeza), promovió que se sumaran de forma voluntaria las y los militantes a la prevención comunitaria. Sumaron, entre otros, los barrios Alloatti, Pancho Ramírez, Floresta, El Triángulo, Toma Nueva y Maccarone, siempre en coordinación con los centros de atención primaria de salud correspondientes.
Así, cada organización aporta desde sus posibilidades. Las organizaciones sociales como la CCC salen a hacer estas campañas mientras sostienen sus copas de leche y comedores, como el del CAAC aquí citado. A su vez, la mencionada cátedra de Salud Pública está trabajando en el diseño de una capacitación vía redes sociales para las y los voluntarios de estas campañas, con el fin de profundizar el trabajo de formación.
Cabe destacar que la mencionada también venía realizando un trabajo coordinado con el Municipio de Oro Verde, para la asesoría en la logística y en la producción de un software para poder llevar adelante el registro de datos en el marco de la lucha contra la pandemia, y una aplicación para teléfonos celulares que permite el registro de población de riesgo con geolocalización, lo cual facilita una centralización de la información necesaria para el trabajo de prevención.
Publicado por Río Bravo el 27 de abril de 2020.
La vuelta a escena de la Fundación Internacional para la Libertad (FIL), con un documento publicado el 23 de abril, fue con definiciones previsibles pero no por ello menos indignantes. El texto circuló con las firmas del ex presidente argentino Mauricio Macri y otros dirigentes y ex gobernantes de Europa y América, como José María Aznar (España), Darío Lopérfido, Patricia Bullrich, Ernesto Zedillo (México), Álvaro Uribe Vélez (Colombia), Julio Sanguinetti (Uruguay) y Federico Franco (Paraguay). Además, acompañaron la iniciativa los escritores Mario Vargas Llosa, Fernando Savater y Marcos Aguinis, economistas ultra liberales como Roberto Cachanosky, Ricardo López Murphy y Benegas Lynch (h), y empresarios como Alejandro Roemmers.
En el documento plantean como una amenaza que “a ambos lados del Atlántico resurgen el estatismo, el intervencionismo y el populismo con un ímpetu que hace pensar en un cambio de modelo alejado de la democracia liberal y la economía de mercado”. Estos dirigentes e intelectuales, que nada dicen del virtual llamado de Bolsonaro a intervenir militarmente el Congreso y el Poder Judicial en Brasil; consideran una afrenta contra las libertades las medidas que en resguardo de la salud pública se están implementando en países como Argentina. Particularmente les molestan, porque lo sienten como un gasto injustificado, las cifras siderales de plata que, en función de la emergencia sanitaria y económica, está siendo "desviada" hacia los sectores más desprotegidos de la sociedad en vez de a intereses más "nobles" como el pago de la deuda externa.
Lo habíamos advertido
Ya hace unos días, en este mismo sitio, habíamos advertido que en los medios hegemónicos de nuestro país (y más allá) y en las redes sociales (donde juegan en cancha propia los ejércitos residuales de trolls vinculados al anterior gobierno nacional), se haría cada vez más intensa la embestida contra las medidas de aislamiento social preventivo y obligatorio.
Poco importan a quienes lideran esta campaña que las decisiones tomadas por el recuperado Ministerio de Salud y por el Presidente de la Nación hayan permitido que hoy Argentina no tenga los más de 2 mil muertos que podría tener por Covid-19 según las proyecciones primarias (vinculadas al ritmo de crecimiento en países que no tomaron medidas duras) o los más de 20 mil muertos que podríamos haber lamentado si tuviéramos el mismo ratio cada 100 mil habitantes que hoy tiene Bélgica.
Actuales gobernantes como Bolsonaro en Brasil y Trump en EEUU han sido claros al respecto: unos cuantos miles de muertos no les harán torcer su irrestricto respeto a la no intervención del Estado en las economías libres que pregonan (y en las que, en realidad, el Estado sí interviene, pero para cuidar los privilegios de los más poderosos).
De hecho, fue en una de las marchas promovidas por la ultraderecha en los EEUU, marchas realizadas en muchos casos con fuerte presencia de armas de todo tipo, que un manifestante "anti-cuarentena" portó un cartel que expresó con absoluta claridad el planteo: "Sacrifiquen a los débiles, Liberen Tennessee". La teoría de la "supervivencia del más apto", propia del darwinismo social más rancio y aparentemente superado; muestra lo viva que está en los sectores sociales económicamente más poderosos en distintos puntos del mundo.
Los gobiernos de Holanda y Bélgica planteando que los enfermos mentales y ancianos no sean internados; no se quedan atrás. Que se mueran en sus casas, podría decir la ex directora gerente del FMI, Christine Lagarde, una pionera en esto de considerar a los adultos mayores como un gasto innecesario.
El progresismo liberal, a la orden
Llamativamente, o no tanto, un fenómeno que se da en nuestro país es la presencia de cierto sector "progresista" que, en los hechos, coincide con las ansias libertarias de economistas neoliberales como José Luis Espert y Javier Milei. Sin dudas con otros intereses, pero coincidiendo al fin, suman sus voces al espanto contra el "autoritarismo estatista" que impone medidas de aislamiento social preventivo y temporario en resguardo de la salud pública.
Estos sectores, en su denuncia de la "farsa" de la pandemia, no tienen empacho en citar a la reaccionaria y ultramontana doctora Concepción Brandolino, una habitué de los programas que difunde la fundación Patria y Libertad, donde llaman genocida a Obama por "abortista". O al virólogo Pablo Goldschmidt, quien vive desde hace décadas en Mónaco y desde allá nos explica que en Argentina se está exagerando con las medidas implementadas.
Nada dicen sobre cómo se explica que todos los enfermeros y las enfermeras, médicos y médicas, de la provincia de Guayas (Ecuador), según esa teoría serían cómplices de la "farsa" de la pandemia. En esa provincia, tomada como ejemplo, en un mes común mueren aproximadamente 2 mil personas, pero en los primeros 15 días de abril murieron casi 7 mil; es decir, casi siete veces más. Obviamente, la mayoría de los fallecidos no tenían el test del Covid-19 realizado, pero ¿qué justifica este abrupto incremento que no sea el mismo motivo que llevó a cavar fosas comunes en Nueva York y a llenar parroquias de Italia y España con féretros a la espera de un entierro masivo?
Tampoco se explica por qué razón los gobiernos que están entre la espada y la pared por la crisis generada por el coronavirus, "inflarían" su cifra de muertos (¿son masoquistas?), o por qué otros gobiernos de todo el mundo estarían rifando entre un 5 y un 10% del PBI de sus naciones en una crisis "ficticia".
Mucho menos, desde ya, explican por qué terminan en los hechos coincidiendo con los pedidos anti aislamiento social preventivo de los grupos empresarios más poderosos, en nuestro país encarnados cabalmente en la figura de Paolo Rocca. Este multimillonario, CEO de Techint, no dudó en despedir casi 1.500 obreros recién empezada la "cuarentena", ofuscado porque no le permitieron poner en riesgo a sus obreros como sí lo hizo la empresa comandada por su hermano, Gianfelice Rocca, en Bérgamo, Italia. Allí, los Rocca provocaron una masacre presionando para que la provincia no entrara en la "zona roja", mientras el virus ya se estaba desparramando en la que terminaría siendo la región más afectada. La voracidad y la angurria de ganancias de los mandamases de Techint (que en Bérgamo poseen una fábrica de tubos sin costura y participan del mercado de la salud privada), provocaron un tendal de muerte y desolación cuando la diseminación del virus ya fue irrefrenable.
Finalmente, el más increíble de los argumentos contra la "farsa" de la pandemia da cuenta de que en nuestro país en marzo ha muerto menos gente por Covid-19 que la que habitualmente muere por accidentes de tránsito. Esconden, ingenua o perversamente, que en nuestro país las cifras de muertos no han explotado justamente gracias a las medidas que critican.
La gran batalla que se viene
Argentina está librando una batalla enorme contra el virus. El 14% de los y las infectados son trabajadores de la salud. Por respeto a ellos y ellas, y a nuestros adultos mayores y compatriotas en general, es que millones de argentinos y argentinas hemos asumido esta lucha como propia. Nos sentimos parte de un colectivo que está enfrentando a un virus pero también a quienes bombardean desde las usinas mediáticas para que sus multimillonarios negocios vuelvan a andar sin trabas, aunque eso cueste salud pública y más vidas.
La batalla que se viene, después, no será menos incruenta. Es la batalla por quién pagará la crisis económica que inevitablemente se está agravando. El proyecto de impuesto sobre las grandes fortunas, que afectaría a los 12 mil argentinos más ricos, muestra un camino posible. La andanada de críticas, presentaciones y amenazas, que recibió la iniciativa, muestran el camino que los eternos defensores de privilegios en nuestro país están dispuestos a tomar. (ver nota: "La batalla por quién paga la crisis").
Sin dudas hay muchos aspectos de las políticas sociales y económicas implementadas en este marco que se pueden mejorar. Pero una cosa son las críticas constructivas, que buscan perfeccionar y salvar las injusticias que se puedan producir, y otra muy distinta son los palos en la rueda que seguirán poniendo quienes aspiran al fracaso de una política que privilegia la salud pública por sobre los negocios.
Es que esa parece ser, cada vez con más claridad, la verdadera grieta. La que separa a quienes sólo sienten, piensan y actúan por sí mismos, por sus deseos individuales y nada más, y quienes se mueven desde la empatía y la conciencia de que es tarea de todas y todos intentar que nos salvemos todas y todos.
Publicado por Río Bravo el 24 de abril de 2020.
En la foto aparecen Mauricio Macri y el empresario Alejandro Roemmers.
El consejo directivo provincial de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) de Entre Ríos, entregó un documento dirigido a la ministra de Salud, Sonia Velázquez, con el objetivo de pedir respuestas para las demandas de los trabajadores del sistema de la salud de nuestra provincia, en el marco de la pandemia por el COVID-19. Entre otras medidas, piden que el Ejecutivo provincial tramite “con urgencia” el pago del bono de $5.000 por mes, la necesidad de un protocolo único tanto para hospitales afectados directamente a la atención de casos sospechosos y/o confirmados como para las reparticiones no afectadas directamente, otorgar suplencias para cubrir las licencias de los trabajadores pertenecientes a los grupos de riesgos y garantizar los elementos de seguridad e higiene necesarios, informaron desde el sindicato.
En la jornada de este jueves, miembros de la conducción provincial de ATE entregaron el comunicado dirigido a la ministra de Salud en el que detallan 21 puntos que, afirman, surgen las recorridas por los efectores de salud y el contacto con los trabajadores.
Las medidas exigidas, además del reclamo de los $20.000 (en cuatrro cuotas mensuales de $5.000) para agentes afectados a garantizar las tareas que la emergencia sanitaria y cubrir las licencias con suplencias para garantizar la cobertura de los servicios y evitar la saturación del personal en funciones, también incluyen el rechazo al recortes de horas extras, el reclamo de flexibilidad horaria por las dificultades con el transporte público, la asignación de tareas a los trabajadores en zu zona de residencia, que se garantice ropa de trabajo y elementos de higiene, entre otras, seegún consta en el documento que desde el sindicato hicieron llegar a Río Bravo y que reproducimos en forma completa a continuación:
En nombre y repreesentación del consejo directivo provincial de la Asociaciónde Trabajadores del Estado (ATE) Entre Ríos, nos dirigimos a usted y por su intermedio a quien corresponda con rnotivo de realizar diversas peticiones para las trabajadoras y trabajadores de la salud de nuestra provincia en el marco de la pandemia por el COVID-19.
Cabe desatacar que nuestros pedidos se basan en las necesidades expresadas por las trabajadoras y trabajadores en las recorridas que hemos realizado por los diferentes efectores de salud.
- Urgente tramitación de parte de la provincia ante la nación del pago de los $20000 en cuatro cuotas de $5000 tal corno lo establece el Decreto Nacional.
- Necesidad de un protocolo único para los hospitales que están afectados de forma directa a la atención de personas afectadas o en sospecha de serlo que ayude a unificar criterios de atención y cuidado de los trabajadores y trabajadoras.
- Un protocolo único para las reparticiones del Estado que no están afectados de forma directa a la atención del COVID o posibles casos.
- Otorgar suplentes a los trabajadores y trabajadoras que se encuentren licenciados por estar dentro de los grupos de riesgo para no sobrecargar al personal que sigue cumpliendo funciones, dando prioridad a los hospitales que se encuentran asignados a la atención del COVID 19.
- Crear los comités de crisis en cada uno de los establecimientos con participación gremial y garantizar la participación sindical en el comité provincial.
- Planificar un sistema de hotelería cubierta por el Estado para las trabajadoras y trabajadores que por estar cumpliendo tareas pudiesen tener que ser recluidos o estar en cuarentena debido a la pandemia para no poner en riesgo a su familia; garantizando además, que no se le descuente ninguna retribución económica en sus haberes.
- Establecer flexibilidad horaria en el ingreso, por las dificultades que genera el transporte público, sin que ello implique ninguna pérdida de los códigos salariales vinculados a presentimos y puntualidad.
- No al recorte de horas extras ni el pago de horarios rotativos.
- Asignar tareas en su zona o licenciar a trabajadoras y trabajadores que por no contar con transporte público de mediana distancia no puedan llegar a sus lugares de trabajo.
- Garantizar elementos de seguridad e higiene de calidad y en cantidad suficiente para cumplir con los protocolos y cambios necesarios a todos los escalafones del sector que lo necesiten. Generar instancias de capacitación en horarios laborales y en los diferentes turnos y sectores acordes a sus tareas que permitan garantizar el cuidado individual y colectivo de las trabajadoras y trabajadores así como la limpieza y el cuidado del paciente y áreas para su atención. Establecer una normativa clara que permita garantizar el cuidado de los hijos pequeños que lo necesiten hasta tanto se restablezca el funcionamiento de las instituciones de educación. Garantizar que no se realicen cortes en la continuidad laboral a las compañeras embarazadas.
- Generar dispositivos que garanticen la salud mental de las trabajadoras y trabajadores durante la pandemia y luego de la misma.
- Garantizar ropa de trabajo para todos los sectores iniciando por los nosocornios afectados a la atención de COVID-19.
- Generar espacios de estricto control de la salud de los trabajadores y trabajadoras.
- Establecer un adicional fijo y garantizado para todas las trabajadoras y trabajadores de hospitales y centros de salud acorde al nivel de atención del mismo.
- En caso de suspenderse las licencias profilácticas, generar una normativa que permita la excepción y modificación en los tiempos para tomarla y de los plazos temporales entre la licencia anual ordinaria y la profiláctica. Es importante destacar que nuestros pedidos son para todas las trabajadoras y trabajadores de la salud, cualquiera sea la naturaleza del vínculo jurídico con el Estado. Sin más, quedando a disposición para lo que fuese necesario en pos de mejorar la situación del conjunto de los trabajadores y a la espera de una pronta y favorable respuesta, la saludan atentamente.
Técnicos, profesionales e idóneos agrarios pertenecientes a la Corriente Nacional Mártires López dieron a conocer un documento llaman la atención acerca de "los viejos problemas del pueblo y del sector productivo en su conjunto" que la pandemia de Coronavirus pone en evidencia. Destacan la importancia en estos momentos de los productores pequeños y medianos, agricultores familiares, campesinos y originarios que, resaltan, "son la base fundamental de la producción para hacer frente al hambre que apremia en toda la Argentina".
Desde la organización firmante del documento se presentan como "una corriente nacional de técnicos, profesionales y trabajadores idóneos vinculados a las organizaciones campesinas, a sus problemáticas, sus luchas, sus conquistas, vinculados también a ámbitos académicos, de investigación, de transferencia, y distintos espacios estatales relacionados con el sector", que buscan abrir debate sobre los problemas estructurales de nuestro país, sobre la concentración de la tierra y el modelo productivo imperante y la dependencia económica y tecnológica.
En ese marco, consideran que "sin cambiar de raíz estos dos grandes problemas es imposible resolver los graves problemas que padecemos", por lo que ponen como norte la necesidad de "un campo con campesinos (...), un país con 1 millón de nuevas chacras, quintas o unidades productivas, donde predomine un modelo productivo ambiental, cultural y económicamente sustentable".
Al tiempo que destacan que estos sectores siguen adelante con la producción de alimentos a lo largo y ancho del país en esta situación de pandemia, "haciendo haciendo un gran esfuerzo y generando alternativas para poder llegar con su producción a la mesa de cada argentino", también advierten que "se encuentran algunas producciones, como es la floricultura y la producción de plantas ornamentales, que están no solo paradas sino que están sin poder vender absolutamente nada, perdiendo toda la producción, siendo producciones perecederas en su mayoría y gran demandante de mano de obra calificada que hoy se encuentra desocupada y con peligro de perder su fuente de trabajo".
Sin embargo así como valoran positivamente las sanitarias y económicas del Gobierno nacional, sostienen que "en el área de la Agricultura Familiar, de los pequeños y medianos productores, hace falta aún planificar desde el Estado la asistencia y ayuda a esta población productora y proveedora de alimentos, tarea fundamental para enfrentar a corto, mediano y largo plazo los estragos de la pandemia".
A continuación, reproducimos el documento completo:
Estamos en un momento de crisis sanitaria internacional por el COVID-19, que pone en manifiesto los viejos problemas del pueblo y del sector productivo en su conjunto. Esto hace que se tenga que agudizar el ingenio para poder encontrar las posibles soluciones, y crear instancias donde el pueblo y sus organizaciones tomen en sus manos esta grave situación, sabiendo que esta crisis genera nuevos escenarios y nuevos problemas, teniendo que enfrentar la situación con medidas a corto, mediano y largo plazo.
En la Argentina venimos de cuatro años donde el Gobierno de Macri agudizó todos los problemas estructurales que traíamos, principalmente el de los más necesitados y excluidos, inmersos en una crisis alimentaria y ahora sanitaria que demuestra que el neoliberalismo ha dejado marcado a fuego en estos sectores su sello de desigualdad, desocupación y miseria.
La producción agropecuaria es de suma importancia en estos momentos. Principalmente lxs productxres pequeñxs y medianos, lxs agricultores familiares, campesinos, originarios, son los que producen alimentos, venden en las ferias de cientos de pueblos y ciudades del país, arman bolsones de frutas y verduras, leche, huevos, quesos, carne, a precios justos. Son la base fundamental de la producción para hacer frente al hambre que apremia en toda la Argentina. Son solidarios con precios no especulativos. Son la contracara de las grandes cadenas de supermercados y mercados que especulan con los precios en este momento tan difícil. También colaboran con la principal consigna “Quedate en casa” para hacer frente a la pandemia, llevando alimentos sanos y frescos a domicilio.
En la Argentina las familias agricultoras siguen con la producción de alimentos a lo largo y ancho del país en esta situación de pandemia. Están haciendo un gran esfuerzo y generando alternativas para poder llegar con su producción a la mesa de cada argentino.
Pero también se encuentran algunas producciones, como es la floricultura y la producción de plantas ornamentales, que están no solo paradas sino que están sin poder vender absolutamente nada, perdiendo toda la producción, siendo producciones perecederas en su mayoría y gran demandante de mano de obra calificada que hoy se encuentra desocupada y con peligro de perder su fuente de trabajo.
Desde la Corriente Mártires López estamos convencidos que el rol del Estado en estos momentos esta siendo fundamental, las medidas sanitarias tomadas por el Gobierno Nacional para cada fase de la pandemia que estamos pasando han sido acertadas, a la hora de cerrar las fronteras y decretar la Cuarentena Obligatoria, las prácticas de distanciamiento social y sanitarias impuestas, por nombrar algunas, ha quedado demostrado en los números y en las gráficas que el nivel de contagio e infección no ha sido lo terrible que fue en otros países donde tomaron este tipo de medidas mucho más tarde que la Argentina, subestimando el virus. También las medidas frente a la Emergencia Alimentaria, que tuvieron a los sectores mas postergados como principales beneficiarios, comprando y distribuyendo alimentos, aumentando al AUH, dando un bono a los jubilados y ahora último la EFI para aquellos que no poseen nada, entre otras. Pero así como acordamos con las medidas del Gobierno Nacional sanitarias y económicas, creemos que en el área de la Agricultura Familiar, de los pequeños y medianos productores, hace falta aún planificar desde el Estado la asistencia y ayuda a esta población productora y proveedora de alimentos, tarea fundamental para enfrentar a corto, mediano y largo plazo los estragos de la pandemia.
Existe una estructura Estatal que es posible movilizar al servicio de las miles de familias agricultoras, pequeños y medianos productores y pueblos originarios. La Secretaria de Agricultura Familiar, el INTA, el SENAF, hoy inmovilizados, no solo por la pandemia sino también por falta de lineamientos y presupuestos acordes a la situación. Se necesitan hoy y se va a necesitar en el futuro, más esfuerzos y más trabajos en los territorios. Para esto hay que empezar por reincorporar ya a los compañeros despedidos por el Macrismo , que en el caso de la SAF son más de 700, desmantelando la estructura institucional y los equipos territoriales. Hoy es imperativo poner al servicio de las organizaciones, del otro campo, estas políticas públicas. En la SAF dar definiciones precisas como las coordinaciones provinciales, los lineamientos y los medios necesarios, para poder ayudar y acompañar no solo técnicamente sino también en todo el proceso de comercialización de lo que la agricultura familiar produce para enfrentar la pandemia.
Por todo esto desde la Corriente Nacional Mártires López en esta situación de emergencia planteamos:
- Fomentar la creación de los Comités Interdisciplinarios de Crisis en cada estamento gubernamental, nacional, provinciales y por Localidad, que ayuden a resolver no solo la situación sanitaria y de hambre, sino que puedan tomar el tema de la producción y distribución de los alimentos.
- Que en el compre estatal de alimentos se contemple la compra a los Agricultores Familiares locales, y que un porcentaje del presupuesto destinado a la compra de alimentos sea destinada a la compra de producción de la Agricultura Familiar y por localidades.
- Inmediata reincorporación de los Técnicos despedidos de la Secretaría de Agricultura Familiar en todo el País.
- Lineamientos claros para bajar a territorio con acciones concretas que ayuden a fortalecer el sector de la Agricultura Familiar, campesina e indígena en todo el territorio nacional de todos los Organismos del Estado vinculados al sector, garantizando todos los medios de protección sanitarias necesaria.
- Presupuesto acorde a la situación que garantice la movilidad de los técnicos, así como la asistencia financiera para los productores familiares. Creación de un Fondo de Emergencia ante la pandemia del Covid 19, que financie las producciones esenciales para el autoabastecimiento de los pueblos, impulsando la producción Agroecológica.
- Acceso a la tierra, creación de un Banco de Tierras, incorporando las tierras fiscales ya sean Nacionales provinciales y locales, en primer instancia y luego evaluar las diferentes acciones para poder sumar más tierras, dejándolas al servicio para quienes quieran ponerlas en producción, generando miles de chacras de producciones mixtas. Fomentando la Chacra Mixta de autosostenimiento local agroecológica, dando trabajo genuino a miles de desocupados y generando alimento.
- Acceso al agua potable a las familias campesinas y pueblos originarios. Sin agua potable es imposible hacerle frente al coronavirus ya que existen poblados de la Argentina donde el acceso al agua es escaso, necesitando una respuesta urgente de parte del Estado para encontrar una solución para tener acceso a este bien vital
- Asistencia inmediata a los Floricultores y productores de plantas ornamentales, para poder enfrentar la crisis y evitar que desaparezcan, quedando muchas familias sin trabajo.
- Apertura inmediata de todas las Ferias y Mercados Populares en todas las localidades donde los Municipios las han cerrado. Estos eran un lugar de venta directa entre el productor y el consumidor, siendo en su mayoría en lugares abiertos por lo que, tomando todos los recaudos sanitarios necesarios, se puede volver a tener este espacio de comercialización que tanto ayuda a los productores y a las familias de la localidad, apostando siempre al compre local ..
Esta Pandemia está haciendo crujir a la economía mundial, ha puesto en discusión el modelo económico y el modelo de producción de alimentos, generando una discusión mundial de hacia dónde vamos como planeta, si seguimos con este modelo extractivista y contaminante, con el único fin de sustentar al lucro de unos pocos o generamos cambios en pos de un modelo más inclusivo, igualitario, sustentable y soberano, en busca de un Desarrollo Nacional y Popular de nuestros pueblos en su conjunto.
Publicado por Río Bravo el 13 de abril de 2020
Argentina atraviesa un momento histórico de afianzamiento de la Democracia, aún con los sacudones propios de un ciclo que no termina de definir las formas para ese afianzamiento, pero que nos permite a los argentinos tener ciertas referencias históricas para visibilizar cómo se construye la democracia y el sistema político que la sustenta: los partidos políticos, los intereses que se asumen en esas representaciones, intereses económicos, de clase social y de sentidos de pertenencia.
Esto se pone en evidencia a través no sólo de las estructuras de los poderes del Estado, sino también de las corporaciones de medios masivos de comunicación social, y del poder económico transnacional, que diversifica su economía y tiene intereses en la producción de alimentos, medicamentos, energía, productos de uso cotidiano, ropa, transporte y dominio de los recursos naturales, culturales y de los medios de producción.
En este abril de 2.020 la Argentina, como pueblo multifacético, con varias naciones de los pueblos precolombinos, y con intereses en disputa, lleva unos pocos meses de recambio de gobierno nacional, fruto de elecciones, al menos formalmente, democráticas y que debe administrar un Estado que dé respuestas a través de la política pública a las necesidades del pueblo, un Estado que se ha resquebrajado hasta los bordes de su desaparición, no en la entidad de poder sino en la infraestructura para sostener el poder de regulación de los intereses que es por mandato social la función del Estado.
En algunos sectores, inclusive populares, ha calado hondo el discurso anti Estado y se bregó para el desmantelamiento de lo público. En los noventa se desarticularon ferrocarriles, bancos, empresas de energía, comunicaciones y se ofreció al empresariado el manejo de recursos vitales para el colectivo y hoy tenemos un Estado débil que debe atender necesidades colectivas en un tiempo de emergencia sanitaria mundial; esto debería al menos hacernos reflexionar sobre el rol del Estado y de la democracia representativa.
En algún momento hubo gobiernos (sin entrar en la valoración moral de buenos o malos, es una cuestión hasta de sentido común) que implementaron el desmantelamiento del Estado, se ajustó en partidas para educación pública, se quitaron programas nacionales de vacunación, se desfinanció el sistema de atención primaria de la salud y, sólo por citar algunos ejemplos concretos entre otros tantos, hoy hasta para proveer vacunas, alimentos, salud, hay que recurrir al empresariado. ¿Y el Estado?
El Estado se encuentra administrado por un gobierno legítimo pero que está siendo atacado literalmente por las normas del mercado ¿Tiene legitimidad que las corporaciones farmacéuticas fijen en precios exorbitantes el valor del alcohol medicinal? Sí lo es totalmente legítimo, se llama libertad de mercado, alguien podrá decir: “Pero es inmoral no pueden hacer eso”. Sin embargo ¡sí, sí pueden y lo hacen! Y más podrán cuando no haya un gobierno que los frene; es la privatización de los bienes de consumo. Y por lo tanto, el tan repetido “que el Estado no se meta en nuestro negocio, sólo queremos trabajar” hoy deja en evidencia que si el Estado a través del gobierno no se mete y regula los precios habrá millones de argentinos que no accederán a lo más mínimo por la simple razón de que no tienen el dinero para hacerlo.
Así las cosas, un gobierno democrático que asumió en medio de una crisis recurrente del sistema capitalista y debe afrontar una pandemia mundial sin la infraestructura adecuada del Estado, tarea nada fácil, atender la urgencia sanitaria y reconstruir el Estado, material y culturalmente, mientras los operadores de diferentes sectores empresariales comienzan a horadar otra vez la democracia desde los medios de comunicación, que en nombre de la libertad de prensa pasean a los eternos referentes políticos, sindicales y empresariales que reclaman pactos productivos, se lo oyó hace unas horas a un ex presidente decir muy cómodamente “que no hay que pelearse con los que tienen la plata, y que claro que habrá sufrimiento, pero bueno es así, no es fácil”. Esto, en sintonía con quienes quieren levantar las cuarentena porque hay que salvar la economía. Pero cabe preguntarse: ¿qué economía? ¿La que deja millones de trabajadores sin ganancia alguna? ¿La que socializa la pérdidas y privatiza las ganancias? Y sin ningún tipo de sonrojo piden que se recorte el 33% del salario, que es demencial que un trabajador que por la cuarentena no está trabajando no debería cobrar todo el sueldo. Así las cosas: ¿dónde queda entonces la política?
En esta puja de intereses, reconstruir el Estado de bienestar ante un continuo bombardeo mediático para sacar al pueblo a la calle y, como contrapartida de la misma jugada, en nombre del orden las fuerzas represivas harán lo suyo. En esta jugada de poder: ¿a quién beneficia debilitar a un gobierno democrático (con el que se podrá coincidir o no)? Se torna necesario volver a plantearse (en este encontronazo del poder real) el interrogante: ¿a quién beneficia golpear a un gobierno que asumió la administración de un Estado devastado, en plena emergencia sanitaria mundial? Esto se veía venir, alcanza con ver los pasos de baile, por así decirlo, de las últimas décadas: algunos sindicalistas eternos, llaman a un paro, algún sector empresarial propone un lockout patronal para generar desabastecimiento o condicionar los precios de exportación y con ello frenar el ingreso de divisas. Se incita al pueblo a salir a la calle y las fuerzas represivas, fieles a su costumbre, reparten palos y balas, algunas de goma, un gobierno condicionado y en algunos medios ensalzan a los “salvadores de la Patria”, generalmente del sector empresarial. Ya lo vimos, muy pero muy recientemente, dando la estocada final a la destrucción del Estado y lo vimos hace unos días cuando los bancos tuvieron a los jubilados amontonados y exponiéndolos al contagio de covid19.
Sostener la legititimidad y la legalidad de un gobierno no significa no disentir e inclusive plantear institucionalmente las válidas diferencias. Significa no prestarse al juego de quienes quieren un gobierno condicionado o golpearlo para que se vaya o al menos debilitarlo para tener márgenes de ganancias mayores. Sin ir muy atrás en el tiempo, ya sabemos lo que ocurrió cuando esos sectores tomaron el gobierno, desmantelaron el Estado, sacaron leyes que perjudicaron a los trabajadores, ley de flexibilización laboral, privatización de los aportes jubilatorios, corralito a los ahorros, privatización de la salud y la educación. Ya sabemos, indudablemente que sabemos, pero por si no lo queremos ver hay un axioma taxativo que recorre la circularidad de la historia “Los pueblos que no conocen su Historia están condenados a repetirla”.
(*) Prof. Dipl. Pablo A. Álvarez Miorelli
Reg. 44666 F°157 CGE
Publicado por Río Bravo el 11 de abril de 2020
Las regionales Gualeguay, Gualeguaychu y Villaguay de la Confederación General del Trabajo (CGT) difundieron un comunicado en el que analizaron la situación del movimiento obrero frente a la ofensiva de despidos de sectores empresarios en el marco de la cuarentena. Analizaron el contexto de debilidad de la economía y de los derechos laborales tras los cuatro años de gobierno de Cambiemos y expresaron su respaldo a las medidas y acciones de los gobiernos nacional y provincial. "Seguro que cuando esta pandemia pase nos dejará más devastados económicamente dado que ya veníamos de una crisis, pero es allí donde cobra valor la política que requerirá de mayor empatía y Solidaridad", afirmaron.
El documento
Parece lejos en el tiempo la situación más desastrosa en términos económicos, sociales y financieros que vivió nuestra Argentina y que, indefectiblemente, las urnas juzgaron hacia una corrección del rumbo en esta materia.
Ante ello el Movimiento Obrero en su conjunto fue marcando el debilitamiento en la estructura gubernamental en pos de un crecimiento del sector privado como regulador fortalecido en las distintas actividades. Pero también es cierto que desde el gobierno nacional anterior, el deterioro no solo fue eliminar ministerios y clasificarlos a secretarias, sino también hoy quedan expuestos los desfinanciamientos en todo el ámbito de la salud, infraestructura, equipamiento y la poca valoración al capital humano y profesional de la actividad.
El andamiaje laboral también sufrió el descuido abarcando otros rubros como por ejemplos, la Justicia, abogados y demás sectores de profesiones liberales. Así van quedando expuestos respecto a muchos Convenios Colectivos sin respetarlos mínimamente, incluso en algunos con fallos denunciados ante la OIT, hoy muestra la peor faceta.
Empleadores que tienen a sus trabajadores a media jornada, otros hacen abusos a una situación de crisis por ende prefieren despedir trabajadores, algunos más empáticos despiden por una cuestión de costo.
Siempre nos dijeron "nosotros ponemos el capital y ustedes el trabajo", pero hoy nos dicen que no pueden afrontar los salarios sin trabajar por ende el verdadero generador de recurso es la fuerza del trabajo, sin ella no hay recurso.
El Movimiento Obrero Organizado sabe que venimos de una crisis que comenzó en el 2015, lejos de relativizar esta pandemia y que tampoco ha terminado, inmediatamente respondimos como trabajadores organizados, con SOLIDARIDAD poniendo todo lo que está a nuestro alcance; nuestra gente; nuestros consultorios; nuestras Clínicas; nuestros Hoteles; nuestros recursos; nuestras organizaciones y obra sociales. Porque nunca nos pensamos solos necesariamente lo hacemos colectivamente!
También conocemos del rol de la POLÍTICA, reivindicamos el valor de la POLÍTICA en toma de decisiones que marcan el rumbo y destino de nuestra Nación y la Provincia, en ese sentido destacamos la firmeza de nuestro presidente ALBERTO FERNÁNDEZ, de proteger a todos los Argentinos con toda la energía, generando la asistencia de un estado presente protector e involucrado en atender todas las necesidades de su pueblo, desde los más vulnerables y desprotegidos hasta los más ansiosos emprendedores.
En una línea similar nuestro Gobernador Gustavo Bordet, asistiendo y articulando mecanismos para contener las demandas que a diario suenen.
Seguro que cuando esta pandemia pase nos dejará más davastados económicamente dado que ya veníamos de una crisis, pero es allí donde cobra valor la Política que requerirá de mayor "Empatía y Solidaridad", que hay tareas del Estado que son indelegables como la salud y la educación tales que el sindicalismo viene bregando desde siempre.
Los trabajadores somos el motor de la Patria Argentina, la Política es la herramienta para transformarla, juntos con el sector empresarial comprometido en construir una nueva nación para todos, seremos potencia en calidad humana y mejores personas. Éstas Regionales de CGT están a disposición del gobierno provincial cuando así lo requiera y donde nos necesiten.
El escrito lleva la firma de Claudio De Los Santos, Aníbal Brugna y Hugo Retamar, secretarios generales de Gualeguaychú, Gualegua y Villaguay, respectivamente.
Publicado por Río Bravo el 10 de abril de 2020
El Partido de la Concertación FORJA Entre Ríos emitió un documento en el que destacó las medidas y acciones de los gobiernos nacional y provincial frente a la pandemia de Coronavirus, la coordinación entre gobiernos de distinto signo político, la necesidad de solidaridad entre los pueblos y apuntó contra "sectores oscuros que plantean la anti-política" y quienes "pretenden presionar al máximo, especulando en momentos de crisis con aumentos de precios, despidos injustificados, desprotección a sus trabajadores y manejando medios de comunicación para una permanente propaganda donde enfrentan a nuestra gente entre sí".
El documento
Superar la pandemia que afecta al mundo implica, de manera ineludible, el encuentro de los pueblos en la solidaridad. Lograrla, en tiempos de crisis e incertidumbre, requiere que sepamos valorar quién es nuestro capitán.
Alberto Fernández, que hace un mes inauguró el año legislativo con claras perspectivas de ir hacia una Argentina con renovadas esperanzas, es el encargado del timonel de una tarea que nos incluye a todos.
Ante ello, hoy mientras sectores oscuros plantean la anti-política, distintas fuerzas que ideológicamente están en las antípodas, conformamos una gran concertación de unidad para luchar contra la pandemia.
Como ejemplo, tenemos a nuestro presidente trabajando con el Jefe de Gobierno de CABA y con distintos gobernadores. Por esta razón, desde el Partido de la Concertación FORJA Entre Ríos renovamos nuestro más franco respaldo al Jefe de Estado, Dr Alberto Fernández.
Asimismo, repudiamos a quienes detentan el poder económico real en la Argentina cuando pretenden presionar al máximo, especulando en momentos de crisis con aumentos de precios, despidos injustificados, desprotección a sus trabajadores y manejando medios de comunicación para una permanente propaganda donde enfrentan a nuestra gente entre si.
Podemos decir que como país estamos viendo con claridad, con mayor nitidez, quienes son los que depredaron las arcas económicas de nuestra Argentina. El egoísmo no es la salida, la solidaridad es el camino no es tuyo ni mío, el futuro siempre es nuestro, es con todos y con ello avanzamos hacia un destino justo y lleno de esperanzas
En estos momentos de incertidumbre, vemos el esfuerzo de un Estado presente que va a marcar la historia como aquel que prioriza sin dudar la vida de sus ciudadanos, por encima de las ganancias económicas de algunos pocos.
En paralelo, reconocemos las políticas en momentos de crisis llevadas a cabo por nuestro gobernador, Gustavo Bordet y su equipo de conducción, quienes dieron rápida respuesta en sintonía al Gobierno nacional para hacer lo propio en territorio entrerriano. A su vez, como en otras oportunidades, nuestro partido de la Concertación Forja Entre Ríos, apoya las acciones de gobierno y se pone a disposición para acompañar en estos momentos difíciles. Unidos y solidarios pondremos fin a la pandemia y avanzaremos a un futuro mejor para todos.
Partido de la Concertación Forja Entre Ríos (Paraná, Concordia, C. del Uruguay, Villaguay, Victoria, R. del Tala, Basavilbaso, Nogoyá, Federación, Chajarí, Paraná Campaña, Gualeguaychú, La Paz, Gral Ramírez).
Publicado en Río Bravo el 5 de abril de 2020
La Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME) difundió un documento en el que además de reivindicar, en vísperas del 2 de abril, En vísperas del 2 de abril, “la unidad nacional, la democracia y la soberanía”, alertó a la sociedad sobre “la actual operación de sectores corporativos, mediáticos y políticos para boicotear, en nombre de las pymes, las políticas productivas, sociales y económicas en curso, que desde la entidad apoyamos.”
Las medidas del Gobierno nacional para hacer frente a la delicada situación sanitaria tienen sus efectos colaterales inevitables en el plano económico pero más allá de la perspectiva política e ideológica, son innegables los esfuerzos destinados a contrarrestar estos efectos. Sin embargo, en los últimos días surgieron numerosas amenazas de despidos masivos, principalmente de grandes empresas que fueron las más beneficiadas por las políticas económicas de los últimos años, mientras las pymes cerraban de a decenas por día.
Fue es ese contexto que APYME, la entidad que representa a miles de pequeños y medianos productores de todo el país, salió a despegarse de estas presiones, reclamo a los grandes grupos económicos y mediáticos que "no hablen en nombre de las pymes para despedir trabajadores y defender sus privilegios” y llamó a “no avalar convocatorias antidemocráticas impulsadas por los mismos beneficiarios de la dictadura, la patria contratista y el accionar de CEOS que dejó al país en quiebra, devastó la industria y el empleo y exterminó 25.000 Pymes en cuatro años”.
El documento completo
La Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME) alerta a la sociedad sobre la actual operación de sectores corporativos, mediáticos y políticos para boicotear, en nombre de las Pymes, las políticas productivas, sociales y económicas en curso, que desde la entidad apoyamos.
Estas políticas son las que apelan a la unidad, la solidaridad, el Estado presente y activo y las decisiones soberanas en el marco de emergencia sanitaria por la pandemia de coronavirus. Se trata de privilegiar el bien común por sobre la especulación, los intereses de empresas multinacionales y la lógica de los “daños colaterales” ante las crisis, que siempre afectan en mayor medida a los que menos tienen.
En vísperas del 2 de abril, en que se conmemora a los argentinos caídos en la Guerra de Malvinas, desde APYME recordamos que fueron los sectores de las grandes corporaciones y sus voceros mediáticos y políticos los que motorizaron el periodo más trágico de la historia nacional para instaurar un modelo neoliberal que jamás funcionó favoreciendo a los trabajadores, a las clases medias ni a las Pymes.
En homenaje a esos argentinos, caídos por la causa irrenunciable de la soberanía nacional, llamamos a no avalar convocatorias antidemocráticas impulsadas por los mismos beneficiarios de la dictadura, la patria contratista y el accionar de CEOS que dejó al país en quiebra, devastó la industria y el empleo y exterminó 25.000 Pymes en cuatro años.
Son esos sectores de grandes empresas, beneficiarios de grandes blanqueos, devaluaciones y políticas especulativas con endeudamiento externo , los que imperiosamente deben aportar en la emergencia. Que no hablen en nombre de las Pymes para despedir trabajadores, defender sus privilegios o esmerilar la acción gubernamental y el esfuerzo de toda la ciudadanía en horas cruciales.
APYME, como otras entidades del sector, hace visibles y representa genuinamente las necesidades de decenas de miles de empresas afectadas, primero por la crisis y la recesión de cuatro años de neoliberalismo, y ahora por la emergencia sanitaria de cuyos efectos sólo podremos defendernos y cuidarnos con más Estado, más defensa del trabajo y la producción, más democracia, más soberanía y más unidad nacional.
Publicado por Río Bravo el 1 de abril de 2020
Los agricultores familiares y los pequeños productores agropecuarios tiene una tremenda responsabilidad en esta pandemia que es alimentar a la poblaciones cercanas a sus chacras, en el caso -como indican muchos voceros- de se agudice más la situación de la infección en las ciudades con el Covid 19.
Los agricultura familiar fue objeto de derecho por varios años en la Argentina; en el 2009 se creó la subsecretaria de Agricultura Familiar y luego se logró el Monotributo Social Agropecuario para que estos productores que vivían en la informalidad, que no podían tener acceso a una obra social y a aportes jubilatorios, los pudieran tener. Además, se creó una red de técnicos que recorrían a lo largo y ancho nuestro territorio, acompañando a las organizaciones de campesinos para crecer y fortalecerse.
En los últimos cuatro años se dio una política de desguace de este organismo del Estado y de toda política que fomentara la Agricultura Familiar, a tal punto que eliminaron el Monotributo Social Agropecuario, pasándolos a todos a Monotributo Social, teniendo que pagar la Obra Social, cosa que antes era a costo cero para el productor, además de despedir a más del 70 % de los técnicos de terreno, muchos de ellos profesionales con varios años de trabajo en el sector.
¿Porque recordar esto en este momento? La idea no es seguir alimentando la grieta, pero sí recordar el por qué se está hoy en el lugar que estamos y quizás pensar en lo diferente que hubiera sido si en estos últimos 4 años se hubieran destinado los fondos suficientes para que la agricultura familiar siga creciendo y que todos los técnicos se encontraran trabajando en el territorio acompañando a los miles de agricultores familiares en todo el país durante esta pandemia.
Hoy la responsabilidad que recae sobre estos agricultores familiares en este momento de pandemia es inmensa, son los responsables de hacer llegar la verdura, frutas, los huevos, la carne a la mesa de cada una de las familias de nuestro país, ya que son los productores de cercanía los que están en los periurbanos, los ejidos, los cinturones de las ciudades y son ellos los que producen y son capaces de llegar con esta producción a cada rincón del país.
Para esto se necesita un Estado presente, un Estado que no sólo garantice condiciones de producción, generando estrategias de fortalecimiento como pueden ser ayudas en insumos, créditos, maquinaria, herramientas; sino también en los procesos de comercialización de estos productos y generando la logística para su distribución.
Estamos seguros que los agricultores familiares se van a poner al hombro esta responsabilidad ya que lo han demostrado sosteniendo las ferias, los mercados populares, los verdurazos y demás acciones que han demostrado el poder de organización que se posee y el alcance que pueden tener.
La tarea que nos va a quedar para cuando salgamos de esta situación y que venimos planteando desde las organizaciones sociales es la incorporación de varios miles más, recreando cordones verdes alrededor de los pueblos y ciudades, cediendo tierras públicas y haciendo ordenanzas que permitan incorporar otras, con desgravaciones impositivas para sus propietarios. En una Argentina con millones de desocupados que no pueden llevar el sustento a su hogar sería una doble medida estratégica generando trabajo y alimentos de forma agroecológica.
En lo inmediato proponemos una primera medida concreta para fortalecer a los productores hortícolas, con un aporte en insumos (semillas, plantines) y tecnologías apropiadas (riego, mediasombra) para aumentar y mejorar la producción de estos productores familiares.
Planteamos la entrega de semillas, plantines, manguera de riego, mediasombra, para los productores que hoy están en plena producción, que estén vendiendo en las ferias o mercados populares de cada localidad, que no posean mas de un empleado (ya sea permanente o transitorio) coordinando con los organismos del Estado nacional, provincial y municipales, así como con las organizaciones de la agricultura familiar de cada provincia o región, para identificar estos productores, entregándose los insumos, apuntando a aumentar en el mediano plazo la producción local y ayudando en la logística para llegar con estos productos en forma rápida y segura a las familias de las ciudades.
Esperamos que los gobiernos nacional, provincial y locales entiendan y den respuesta para poder lograr que miles de pequeños productores y la agricultura familiar de la Argentina den un paso importante, garantizando, como se dijo, el alimento en la mesa de nuestras familias.
(*) Pablo Benetti es Ingeniero Agrónomo e integrante de la Federación Nacional Campesina (FNC) de Entre Ríos.
Publicado en Río Bravo el 31 de marzo de 2020