El proyecto fue presentado por el presidente de la cámara de Diputados, Sergio Massa, quien además “filtró” la información a los medios para adjudicarse rápidamente la iniciativa. La movida, que puede oler a oportunismo justamente en un año electoral, no pasó a mayores porque desde el gobierno nacional, también rápidamente, salieron a aclarar que contaba con el aval, el respaldo y el impulso en bloque del oficialismo, y que se buscaría la aprobación en consenso con la mayor parte del amplio arco de la oposición.
Si bien quedan pendientes parte de los reclamos de larga data del sindicalismo argentino, vinculados al régimen del Impuesto a las Ganancias (básicamente, que el salario no es ganancia y que no debería medirse como tal para tributar este impuesto), lo cierto es que la medida traería un importante alivio al bolsillo de más de un millón de trabajadores, en su mayoría industriales y en parte de algunos rubros de servicios (en particular de transportes). Además, dejarían de pagar el impuesto más de 486 mil trabajadores del sector público, defensa y seguridad social, entre los que se encuentran los docentes, médicos y fuerzas de seguridad.
Desde diversos sectores se señala que la actualización del mínimo no imponible (que se mide en función de la evolución promedio de los salarios) podría quedar atrasada en el futuro, en caso de no controlarse el proceso inflacionario que arrastra Argentina desde hace años. Aun así, de lograrse la aprobación de este proyecto, resultaría un recorte inédito en la masa de trabajadores que paga el impuesto, plata que se busca sea volcada a reactivar la circulación en el mercado interno, duramente golpeado después de las políticas implementadas por el gobierno de Cambiemos y de las restricciones a la economía producto de la pandemia.
Las críticas no se hicieron esperar, desde diversos perfiles ideológicos. Desde el Partido Obrero, Néstor Pitrola dijo en entrevista con Alejandro Bercovich que hay que abolir el impuesto a las ganancias, aunque luego se contradijo y sostuvo que no veía mal que lo pague un CEO de una multinacional que cobre 250 mil pesos al mes. Desde la derecha, el ex presidente del Banco Central de la República Argentina, Federico Sturzenegger, planteó que sería más justo reducir el IVA o la inflación, aunque tampoco aclaró por qué el gobierno de Cambiemos (que lo puso en el BCRA) no realizó ni lo uno ni lo otro (pese a que hizo campaña en las elecciones de 2015 diciendo que ningún trabajador debía pagar el impuesto a las ganancias y que la inflación se podía terminar en dos meses).
El proyecto comenzará a debatirse en el marco de las sesiones extraordinarias y sería tratado en el recinto en los primeros días de marzo. Uno de los puntos en discusión es lo que pagarán los trabajadores autónomos (muy en desventaja en relación con los trabajadores en relación de dependencia).
“Debemos tener un sistema tributario más progresivo. Hoy paga más en proporción a su ingreso de Ganancias una enfermera o un barrendero que una empresa minera o un bingo”, dijo Sergio Massa y en este camino, buscando recuperar los ingresos de más de un millón de trabajadores y volcar esa plata al mercado interno, es que apunta este proyecto de ley. En esa misma dirección lee la propuesta la Confederación General de los Trabajadores (CGT), que brindó su apoyo al proyecto.
En el caso de nuestra provincia, las lecturas se pueden hacer en diversos sentidos. Por un lado, más de 32 mil trabajadores entrerrianos/as dejarían de pagar el impuesto; por el otro, llegarían mil millones de pesos menos al año en concepto de coparticipación (ya que el impuesto en cuestión es coparticipable). Solo quedarían casi 10 mil trabajadores en la provincia en condiciones de pagar el impuesto, lo que representaría una merma del 76,8% (mayor a la media nacional). Habrá que ver si el aporte al fortalecimiento de la economía y del mercado interno logra reemplazar ese ingreso a las arcas provinciales, y ese es uno de los puntos de preocupación en el gobierno de Bordet.
Por lo pronto, el cambio propuesto cristaliza una de las promesas de campaña del actual gobierno nacional y busca traer un alivio a más de un millón de trabajadores golpeados por las sucesivas crisis que viene sufriendo nuestro país. Y esto, ambas cuestiones, no son poca cosa.
Publicado por Río Bravo el 9 de febrero de 2021.